CHAU...ADIOS A LA LIBERTAD EN BLOG



ESTE ES MI NUEVO SITIO,(todavía en construcción),AL CUAL ME TRANSLADO, CUANDO BLOGGER APLIQUE CENSURA. GRACIAS.
MIENTRAS PUEDA SEGUIRE EN ESTE BLOG

martes, 4 de enero de 2011

LA DISTANCIA ENTRE GENERACIONES.-

estrella purificació

Hoy trataremos un aspecto que tiene un peso muy importante en nuestras vidas, me refiero a la distancia existente entre las distintas generaciones, a pesar que todos pretendemos llegar a convivir entre nosotros, siendo cada uno de nosotros fieles a nosotros mismos, a lo que humanamente y genuinamente somos.

Quizás que hasta ahora dicha distancia sólo la hayamos considerado a nivel físico y a nivel mental, pero actualmente deberemos también considerarla a nivel emocional e incluso a nivel espiritual.

Hoy en día, una gran parte de nacimientos son encarnaciones a nivel físico de seres humanos mucho más evolucionados que nosotros, más aun si lo comparamos con el nivel de conciencia que empleamos a la hora de pretender vivir nuestros días. Por si esto fuera poco, también debemos considerar que muchas de estas reencarnaciones no son ya por razones kármicas, sino por simple iniciativa y voluntad de aportar en el entorno de este mundo físico en evolución, todo cuanto son en sí mismos estos seres humanos, inmersos en la constante evolución natural que están llevando a cabo de manera particular y procurando que ésta también enriquezca la propia evolución natural en la que nos encontramos el conjunto de la humanidad, o incluso aun más, el conjunto de la vida creada a nivel no sólo planetario sino también a nivel universal y cósmico.

Actualmente, el nivel de conciencia desde el cual los adultos de hoy nos movemos en nuestra vida, dista mucho aun del nivel que en verdad todos somos dentro de la Vida. Todavía son muchísimos que esto lo ignoran compulsivamente o bien reniegan de ello, mientras siguen creyéndose ser su ego, el falso personaje artificial que alimentan, a la vez que ocupa el cuerpo y el lugar que pertenece a su más auténtica identidad y contenido natural.

Otra gran parte de nosotros viven sus días inmersos en su lucha interna, a la hora de pretender decidir tomar partido entre su propia luz y su propia oscuridad. Mientras residan en dicha lucha, permanecen inmersos en este nivel de conciencia bipolar, lo cual los inhabilita de poder percibir más allá de esta su realidad actual, y por consecuencia de ello, de integrarse plenamente dentro de la vida con su propia identidad natural.

También los hay en nuestro planeta, que viven en este mundo siendo fieles a su propia identidad natural, integrados plenamente a la Vida, a la Luz y al Amor de los que son partes vivas de dichos conceptos, permaneciendo inmersos en su constante evolución global dentro de la Vida misma, como partes de ella, repito, y en plena unicidad con la Totalidad de la Vida, de Dios.

Sólo estos seres humanos pueden acoger y cuidar a los recién nacidos que vayan llegando a este mundo. Sólo ellos pueden generar de sí mismos el nivel vibratorial que requieren los nuevos niños y niñas de a partir de hoy. Niveles vibratoriales capaces de albergar, alimentar y permitir que sus procesos evolutivos naturales que están viviendo antes de encarnar físicamente en este mundo, puedan seguir desarrollándose como algo real y natural aquí en este planeta.

Los niños de hoy no viven sólo de la leche materna, ni necesitan de las estructuras caducadas que sus progenitores siguen alimentando. Los niños de hoy vienen a mostrarnos vivamente que todos sin excepción somos muchísimo más de lo que nos estamos creyendo ser. Que ser humano en verdad es de un calibre muy superior al que permanecimos instalados hasta hoy, y que los seres humanos en verdad somos partes vivas de la Vida y por consecuencia también de Dios.

Estos niños no vienen a decirnos como podemos vivir mejor, vienen a compartirnos como ellos desde hace tiempo están viviendo divinamente, viene a compartir lo que son no hacer como nosotros hemos hecho hasta hoy

Asumir ser progenitor de cualquiera de estos niños, nos exige y nos obliga a ser muy conscientes de lo que ellos necesitan al permanecer junto a nosotros. Este debe ser nuestro compromiso vivo, no podemos convertir este compromiso con sólo preocuparnos de los alimentos y necesidades de su cuerpo físico, sino también necesitan vivir a diario sus propia emociones y sentimientos, el desarrollo de sus conocimientos hacia sí y hacia el entorno, y poder palpar en todas sus vivencia su propio espíritu que los nueve, su amor natural que emana de sí, la luz propia y ajena unicitada entre ellas mientras ilumina los caminos por los que transitamos todos.

Estos niños y niñas no aman, son amor auténtico en sí mismos y exactamente lo mismo necesitan encontrar en nosotros para poder convivir juntos.

Estos niños no necesitan ser iluminados para distinguir nítidamente tanto como son en sí mismos, como lo que existe a su alrededor, ya que estas niñas y niños son luz viva en sí mismos.

Estas niñas y niños no odian, simplemente porqué son amor, y el odio como tanto que todos nosotros hemos alimentado a diario, en ellos no tiene lugar de ser, simplemente porque ya son lo que en verdad son.

Esto niños y niñas no vienen a aprender de nosotros, vienen a vivirse con nosotros, a que los vivamos por lo que son en sí mismos, sin que haya cabida alguna para nuestros deseos hacia ellos, que no sea nuestra más plena aceptación vivenciada de todo cuanto son.

Dicho de otra manera, para ser progenitor de estos niños, necesitamos haber transformado las propias bajezas de antaño, que vivamos en verdad siendo nuestra más autentica identidad y contenido natural como partes de la Vida, que seamos antorchas encendidas de luz viva para poder así sumarnos a la luz que son todos ellos sin excepción, y movernos únicamente por amor mientras generamos desde nosotros más amor crístico, universal, para nuestro propio gozo y el de los demás seres vivos que estén a nuestro alrededor.

Ya no bastan dos orbes repletas de leche materna, ni tarjetas de crédito para comprar lo que nos apetezca, ahora necesitamos proporcionarles a nosotros mismos, con lo más auténtico y evolucionado que seamos capaces de lograr ser.

Los niños de hoy vienen a vivir junto a nosotros, y en la misma medida que pretendamos vivir junto a ellos, debemos asumir nuestro compromiso vital y particular de ser vida, amor y luz en nosotros, tanto para nosotros mismos, como para estos niños que van naciendo en nuestros propios entornos.

Os sugiero a todos que os empleéis a que vuestros entornos de hasta hoy, ellos los puedan considerar sus propios entornos, donde exista todo cuanto necesitan para seguirse desarrollando cada uno por lo que son. Si duda si así lo hacemos realidad, ellos seguirán creciendo de manera natural, e incluso nosotros mismos dispondremos del entorno particular más idóneo, para seguir avanzando en nuestra propia evolución particular.

Si logramos hacer realidad este reto, dejaremos de sufrir las distancias entre generaciones, ya que estas sólo existieron en nuestras adulteradas conciencias de hasta hoy.

Entramos en la Era de Homo Conciencia, Homo Luz, Homo Amor, lo cual es exactamente lo mismo que el ser humano parte del Dios y de la Vida en el mundo crístico que entre todos debemos hacer que se haga realidad este mismo planeta Tierra.

Las transformaciones necesarias para ello ya se llevan a cabo, los nuevos seres humanos crísticos aparecen entre nosotros para activar todas las nuevas energías y vibraciones, nosotros despertamos la conciencia a esta realidad hoy en ciernes y podemos asumir nuestro compromiso particular de integrarnos o no por completo en esta más que rotunda transformación de este mundo a través de todos nosotros.

Quienes aun seguís obsesionados en ignorar vuestro ser, dejad de hacer lo que hacéis, está transformación que ya está en marcha os la estáis perdiendo por carecer del nivel de conciencia imprescindible para percibirlo, mientras que quienes vivimos nuestros días siendo quienes somos dentro de la Vida, gozamos incluso de la llegada y la convivencia plena de cada uno de estos niños y niñas que van integrándose entre nosotros.

Todos nosotros y estos niños somos conscientes de lo que os despierta la envidia, a pesar que hoy la envidia ya no exista en ninguno de nosotros. Podéis seguir rabiando o bien sumaros a nosotros, sólo así, dentro de la Vida, podemos ser auténtico alimento vivo para todos.

Amor eterno para todos,

Joan-J. Giralt