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martes, 27 de septiembre de 2011

PREGUNTAS FRECUENTES Jeaneth Suárez.-

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La solución es ser un ser de amor.

Recuerde que tener un niño Índigo es una gran responsabilidad

y es un gran tesoro al mismo tiempo.

Diviértase y vuelva a ser un niño de corazón.

1. ¿Cómo se reconoce que una persona es Índigo?

Son personas muy dinámicas, saben lo que quieren, dicen lo que piensan y actúan de acuerdo a ello. Si en su niñez han tenido la oportunidad de tener padres o personas que los guiaron bien, llenándoles de amor, serán personas con una imagen propia de Dios o sabrán cómo conducirse para llegar a unirse al todo. Son personas dulces y respetuosas por esencia, que responden muy bien a la cordialidad de los demás. Respetan cuando les respetan y aman cuando les han amado. Respetan a sus padres y a las personas que les guían. Si ellos agreden a uno de sus progenitores, lo hacen por autodefensa no por agresividad innata. Son personas que tienen una riqueza interior muy grande y poseen conocimientos más allá de lo aprendido enciclopédicamente. Generalmente, encuentran fácilmente la explicación a cosas inexplicables. Son personas con una alta sensibilidad y pueden percibir el mundo invisible. Son personas que vibran con la naturaleza y el cosmos y les duele cuando se mata a los animales, cuando destruyen las plantas o cuando se lastima a un ser humano sin ninguna razón justificada. En resumen, son seres humanos completos, íntegros, con un alto grado de respeto por los valores humanos (amor, verdad, rectitud, paz y no violencia) que no aceptarán que se les destruya por la incoherencia y la depredación del hombre por el hombre.

2. ¿A qué edad se reconoce a un Índigo?

Se puede reconocer desde el momento del nacimiento. Por ejemplo, en los primeros meses de vida, si los padres están atentos, verán que comienzan a hacer cosas fuera de lo común o son más adelantados que el común de los niños de la misma edad. Cuando son más grandecitos y ya pueden hablar, podrán tener respuestas inesperadas y con una seguridad sorprendente. Por ejemplo, si un niño de un año ocho meses es agredido físicamente por su padre, el pequeño le responde: “Si me vuelves a pegar, me voy de la casa. No necesitas pegarme, sólo dime las cosas y yo entiendo”.

3. ¿Siempre hubo Índigo en la tierra, o es nuevo?

Siempre los niños que han nacido por estas épocas son más adelantados que las generaciones antiguas por la exposición a nueva tecnología o nuevos descubrimientos. Por ejemplo, no era igual un niño de la época de los 40 que un niño de los 60 o 70. O no era igual un niño que ya nació en la época de la televisión. Sin embargo, estos niños nacían con un cuerpo sin un condicionamiento diferente. La diferencia era dada por el ambiente, y no por algo intrínseco. Con los Índigo pasa algo diferente: ellos tienen en su interior una nueva estructura tanto física como espiritual o energética. En lo físico tienen una nueva constitución en su ADN, que les hace más resistentes a la mayoría de las enfermedades del planeta Tierra. Y en lo energético vienen con un sistema diferente más fuerte, con un aura que capta las energías del planeta y las transforman para su beneficio. Vienen con la característica de la espiritualidad, saben que vienen de algo superior y que están aquí para ayudar a concretar el plan divino, desde donde les toque vivir.

4. ¿Cómo diferenciar un Índigo de un niño hiperactivo y/o con déficit de atención?

Fácil, un niño Índigo tiene en su esencia íntima la espiritualidad y tiene mucha sabiduría, saben que existe un ser superior, sin limitarse a una forma específica de la divinidad, o en una religión determinada, respeta a todos en sus creencias. Y si son bien guiados, son respetuosos, aprenden a defenderse sin agresión. Sus actividades siempre tienen un propósito. Pregúntenles que están aprendiendo o por qué hacen lo que hacen y pueden ayudarles a encauzar mejor ese aprendizaje. De esta manera, al entenderles ustedes les ayudarán. Si están confundidos o muy activos pueden ayudarles a encontrar otros medios para llegar a su objetivo. Generalmente, los Índigo saben lo que hacen.



5. Si es Índigo, ¿entonces qué tengo que hacer?

Darles mucho amor, aprender a ser coherente entre lo que piensa, habla y actúa. Crecer espiritualmente y respetarlos. Aprenda a comunicarse de corazón a corazón, recuerde que estos niños pueden leer sus sentimientos y por favor nunca mienta. Solo así podrá ganarse la confianza de su hijo o hija, podrá aprender de ellos y lo podrá ayudar a ser feliz. Se deben poner reglas claras dentro de casa, mismas que deben ser puestas en consideración a todos los miembros de esa familia y todos deben respetarlas. Recuerde que son niños aún y que a pesar de saber para qué han venido, necesitan la guía de los adultos para aprender a manejarse mejor dentro de la sociedad. Sólo así podrán cambiar lo que no esté bien dentro del ambiente en que viven.

6. ¿Ser Índigo es una enfermedad?

De ninguna manera. Todo lo contrario, es una bendición, ya que las familias podrán estar expuestas a su propia verdad y serán obligadas a crecer para avanzar en el camino.

7. ¿No sé a qué escuela enviarle a mi hijo? Lo echaron del cuarto colegio.

Es una de las cuestiones más difíciles porque de acuerdo a mi criterio no existe una escuela o colegio preparado para recibir a estos niños en nuestro país [Ecuador]. En el sistema educativo actual no se respeta la individualidad de la persona y se les prepara para la competitividad. Si ocurriera lo contrario, se encontraría la forma de aprender de cada persona y se enseñaría de acuerdo a ella, a través de clases integradas. Además, se les enseñaría que cada persona es responsable de su aprendizaje y que no existe mayor felicidad que lograr el objetivo con la colaboración de los demás, apoyándose los unos a los otros.

Mientras tanto es necesario tener un diálogo bilateral. Por un lado con los niños, para explicarles la necesidad de asistir a una educación regular para fortalecerse como persona, indicándoles que sólo así, más tarde, podrá saber qué y cómo cambiar con base de juicio vivencial. Por otro lado, con los profesores y personal administrativo de la escuela, explicándoles las condiciones del niño y tratando de darles mayor información para tratar de cambiar en parte la forma de educación.

La lucha mayor es con el ego y la importancia personal, tanto de los compañeros como de los profesores. ¿A quién le gustaría que le digan que está equivocado y que le señalen los errores? Cuídense ustedes también de no caer en el juego de creerse superiores por tener un hijo o hija Índigo. Luchen por la felicidad de sus hijos, tienen que apoyarles. Sean pacientes. Es difícil, busquen colegios con pocos alumnos, expliquen con claridad el porqué su niño o niña fue expulsado de las otras escuelas. Llegue a un acuerdo tanto con el niño o niña como con la escuela. Si les da razones justas a los niños usted podrá tener ganada parte de la batalla. No se imponga, dialogue. No engañe a la escuela justificando a su hijo, dígales como es él, tanto lo positivo como lo negativo. Pero dígales que usted les ayudará en casa.

8. No hace los deberes, ¿qué hago?

Los niños responden bien cuando se los maneja con tratos o acuerdos lógicos. Recuerde que tienen reglas en casa y entre ellas se puede incluir el horario para ver la televisión, hacer las tareas, jugar, acostarse y levantarse. No rompa las reglas con concesiones absurdas, no se deje manejar. Explique a su niño que no está de acuerdo con los deberes que le han mandado, pero es necesario cumplirlos, porque si cumple con lo que le corresponde, él o ella podrá influir en el maestro o maestra y tendrá autoridad para explicarle lo que siente.

9. Hace las tareas rápidamente y sale del aula, ¿qué debo hacer con mis alumnos?

Diviértase con ellos, juegue. Saque partido de la energía que estos niños poseen. Recuerde que la misión como profesor o profesora es enseñar y ser ejemplo de vida. No sea gruñón o gruñona, disfrute y brinde amor. Si cumplen las tareas, programe otras en forma de juego, de esta manera podrá ayudar a los alumnos más lentos. No caiga en la rutina y no sea predecible. Déjeles con ganas de aprender más. Sobre todo bríndeles mucho amor y paciencia.

10. Mi hijo hace diez mil cosas a la vez, ¿debo preocuparme?

No, preocúpese cuando no haga nada. Mejor si usted le provee de más actividades para ayudarle a aprender más y más. ¡No se arrepentirá! Recuerde que sus hijos son en gran parte lo que usted les da. De esta forma, si quiere niños pacientes, bríndeles paciencia, si quiere niños amorosos, deles amor, si quiere niños tranquilos, deles tranquilidad, si quiere que le entienda, entiéndales, si quiere que sean felices, bríndeles un padre feliz, con tiempo para escucharles, compartir con ellos y aprender de ellos.

11. Mi hijo no come carne, ¿qué hacer?

Nada. La carne no es necesaria para la vida. Los niños saben leer a su cuerpo. Ellos realmente comen poco y no les gustará comer carne de ninguna clase. Menos aun cuando saben que para comerla se tiene que sacrificar a los animales.

12. Mi hijo come comida chatarra, ¿lo permito?

Los niños de esta era no se afectan por la comida chatarra. Ellos saben lo que deben comer y si no, lo sabrán al enfermarse o congestionarse. No se preocupe, pero no sea tan permisivo, si usted deja que su hijo coma veinte fundas de papas fritas, sí se enfermará, pero si come una, no tendrá problemas .

13. Come sólo lo que él quiere; únicamente tres cosas, siempre lo mismo y a cualquier hora. ¿Es normal?

Sí, es normal. Recuerde que todos los seres humanos debemos aprender a leer nuestro cuerpo. El hecho de comer tres veces al día es sólo por costumbre, no por necesidad. Lo que sí debe cuidar es que el niño respete las horas de comida y aunque no coma nada debe sentarse en la mesa y compartir con los demás miembros de la familia. Y pregúntele a qué hora desearía comer. De esta manera podrá establecer el horario del niño que muchas veces no cuadra con el de los adultos pero sí sería bueno que tenga ciertas horas para comer algo. En ocasiones no querrá comer nada. No se preocupe qué, cuando tenga hambre, ya pedirá comida. Es importante que tome en cuenta que no coma sólo cosas no nutritivas. Debe haber siempre una proporción entre las golosinas y la comida real. A los niños, por lo general, les gustarán las frutas, determinados vegetales (especialmente las papas), el arroz, el chocolate, el yogurt, el queso.

14. No me hace caso, ¿qué hacer para que me obedezca?

Sea coherente. Comuníquese con él o ella, no le agreda ni física, ni verbalmente y menos aún con el pensamiento. Recuerde que responde al amor. Advierta las consecuencias de no respetar las reglas (éstas deben ser claras) y procure cumplirlas. Él aprenderá pronto. Si le envía a su habitación castigado, no le deje solo, debe estar junto a él o ella sin hablarle, al menos hasta que le pase la rabieta y esté dispuesto a hablar y comunicarse coherentemente. Nunca hable con coraje. Usted es el ejemplo de su hijo, hija o alumno o alumna. Si quiere niños obedientes, siga las reglas del amor. Gánese a los niños con paciencia y respételos. No se deje manipular y ponga límites claros de mutuo acuerdo.

15 . ¿Es normal que mi hijo tenga premoniciones o experiencias extrasensoriales?

Si, es normal. Son niños muy sensibles a lo invisible. No se asuste, dialogue; dígale que le explique lo que ve y busque usted una explicación con gente que conozca de estos temas. No le asuste, dígale que es normal. Pídale que acepte todo lo bueno y positivo, todo lo que viene de Dios. Y si no proviene de esta fuente, que lo rechace. Enfatice que nada le puede causar daño si él no lo permite.

16. Mi hijo se pone hipersensible, llora por los perros de la calle ¿cómo protegerlo?

Ustedes son la protección, deles amor. Para ayudarles, es bueno hacer una de las siguientes preparaciones:

1. Haga infusión de rosas blancas con cáscara de naranja y mandarina.

2. Haga infusión de cáscara de durazno, con limón y sauce llorón.

3. Haga una infusión de una flor de color blanco y una flor de color rojo.

Cualquiera de estas preparaciones el niño puede tomar durante el día, endulzado o no con miel de panela o miel de abeja, de acuerdo a lo que el niño o niña quiera. Y si se resiste a tomar esto, prepare un batido de frutas o jugos con esta infusión, o que lo beba acompañada con una gaseosa.

17. ¿Es normal que tenga una sexualidad precoz?

Generalmente son más adelantados, pero es necesario que tengan una guía. Recuerde que es bueno hablar con los hijos de sexualidad desde muy pequeños y de manera natural. Ya deberían estar preparados sobre el tema antes de los diez años de todas maneras. Es importante que sean guiados y recuerden que son como esponjas, por lo cual no los exponga a películas o programas que tengan un alto grado de sexualidad. Y si lo hace, explique lo que están viendo.

18. ¿Es verdad que los Índigo son sanadores?

Todo depende de la misión para la que vengan. Unos serán más sanadores que otros, pero todos tendrán un grado como sanadores. Lo que sí pueden hacer todos es autocurarse. Si se les explica desde pequeños que pueden ayudarse a sí mismos y a otros con solo desearlo, ellos lo podrán hacer de una manera segura y natural.

19. ¿Existen adultos Índigo? ¿Abuelos?

Sí los hay. Ellos han venido un poco antes para poder traer a la vida a los niños cristal o a los “master aurient” (tercera generación).

20. Se asusta mi hijo de noche y se pasa a mi cama, ¿qué hago?

Dele amor. Sentirá su baño de seguridad y le pasará. Explíquele que nada le puede hacer daño y que él o ella tiene la capacidad de luchar contra todo y que puede defenderse. Y si no ha aprendido todavía, dígale que siempre cuenta con usted para defenderlo, si es necesario físicamente, pero en especial energéticamente.

21. Me preocupa el futuro de mi hijo, le veo desadaptado, ¿qué hacer?

Tener paciencia. Comuníquese y vea qué es lo que quiere o para lo que ha venido. Mande mucho amor y ayúdele, todo el tiempo. Recuerde que quizás la única persona con la que cuente es usted. No permita que sienta el abandono y la soledad. Si está desadaptado es porque usted también ha contribuido a esto. Corrija sus errores, no se sienta culpable y siga adelante. Hable, hable, hable. Con su hijo, sus familiares, sus amigos, los profesores. Pero sobre todo con usted mismo y trace un plan de acción. Incluya lo que desea para su hijo y su familia, defina las reglas de casa, comience de nuevo, haga pactos y acuerdos claros. Recuerde que la comunicación es la tabla de salvación .

22. ¿Cómo decir a la familia y a la escuela que es Índigo? ¿Necesita un trato especial?

No necesita decir a los cuatro vientos que el niño es Índigo. A menos que tenga problemas. Si lo tiene que decir, debe dar la información correspondiente. Entre más informados estén los personeros de la escuela, más sabrán como tratar a su hijo. Forme un comité especial de padres o hable con el comité central de padres. Organice talleres de capacitación para padres y profesores. No diga que es por su hijo, diga que es por todos los niños que se encuentran en la escuela. Entre menos especial sea el trato menos diferenciación habrá. Lo que debe propenderse es hacer que los niños de toda la escuela sean felices y, sean Índigo o no, necesitan ser escuchados y respetados.

23. ¿Cómo manejar el ego de los chicos (y de los padres)? ¿Hay que decirles qué son Índigo?

Una buena manera es evitar la competitividad entre los seres humanos. Qué diferente sería nuestro planeta si tan sólo comprendiéramos que cada uno es una pieza importante y única en el universo y que si causamos daño al otro, nos hacemos daño a nosotros mismos. Si son realmente Índigo no tendrán problema con el ego, ya que por lo general no les gusta sobresalir o aparecer como estrellas (aunque nunca pasan desapercibidos), y nunca querrán burlarse o maltratar a los demás. Ellos serán agresivos solamente cuando no comprendan por qué les hacen daño.

24. ¿Hay colegios especiales para los Índigo?

En este momento en nuestro país [Ecuador], no. Pero pronto veremos cómo la presión de los niños hace que el sistema educativo cambie de raíz.

25. Mi hijo me da miedo, se me va de las manos, ¿cuál es el problema?

El problema radica en su propia inseguridad [de la madre o del padre] y la falta de conocimiento de cómo actuar o qué hacer. El problema es el miedo a que descubran su interior y que exista alguien que le conozca más que usted mismo. El problema es que usted quería tener un hijo para enseñarle y no acepta que ahora tiene un niño que le puede enseñar. La solución es fácil: aprenda a actuar como un ser humano verdadero, íntegro, unido al universo y todo fluirá. La solución está en ser feliz, diviértase y abra su mente y corazón.Angeles de Luz