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viernes, 28 de octubre de 2011

Lo que te Ocurre es que Eres un Indigo Adulto...


Los otros niños de aura azul han crecido, dando paso al surgimiento de adultos muy especiales, que por desconocimiento no logran comprenderse a sí mismos ni menos adaptarse al sistema. ¿Perteneces a este grupo? Descúbrelo a continuación.

En las últimas décadas hemos escuchado hablar de los niños índigo, cuyos nacimientos aumentaron en número hace más de 20 años. Una especie de
“raza” cuya misión es luchar contra el sistema establecido. “Se les denomina índigo porque su aura contiene una gran cantidad de color azul índigo, el color de la intuición y la espiritualidad. Después de la Segunda Guerra Mundial empezaron a nacer índigos, aumentó su número en los años 70 y se hizo un fenómeno más masivo en los años 80”, explica la sicóloga Esther Morales León, quien es miembro del equipo de Niños Indigo de Chile.

Pues bien, a estas alturas muchos de los pequeños ya se instalaron en la vida adulta,
la mayoría sin siquiera saber si pertenecen a este grupo y, por consiguiente, sin llegar a entenderse. Un tema que para ellos resulta clave. “Su tarea es aceptarse, valorizarse y encontrar su particular misión en la vida, haciendo uso de todos los talentos que tienen y de su elevado nivel de conciencia, para ser un real aporte a la evolución planetaria”, plantea la experta, quien nos ayuda a dilucidar qué adultos se ajustan a estas características.

Idealistas, perceptivos, rebeldes


El adulto índigo se caracteriza por:


1) No encaja:
El índigo es una persona muy sensible, inteligente y creativa, disfruta haciendo cosas, tienen profunda empatía por otros, pero también intolerancia ante la estupidez; puede tener problemas con el enojo y la ira. Se siente diferente a la masa, no encaja, le cuesta adaptarse, es modelo para otros. Se resiste ante la autoridad y el sistema laboral jerárquico, prefiere esfuerzos cooperativos, posiciones de liderazgo o trabajar solo.

2) Ha tenido experiencias síquicas:
nos referimos a premoniciones, ver ángeles o fantasmas, experiencias fuera del cuerpo, escuchar voces. Al poder conectar con otras dimensiones, pueden ver el aura, percibir la energía de personas y lugares, soñar o saber cosas que ocurrirán en el futuro, adivinar el pensamiento, tienen amigos imaginarios, ver elementales, ángeles, seres desencarnados, etcétera.

3) Ligados a lo espiritual:
busca el significado de su vida y comprensión del mundo a través de religión o espiritualidad, grupos y libros de autoayuda.

4) Quieren mejorar el mundo:
siente un ardiente deseo de hacer algo para cambiar y mejorar el mundo, pero puede tener problemas para identificar su camino. Tiene problemas con los sistemas que considera ineficientes, como por ejemplo, político, educativo, médico y legal.

5) En la infancia:
tiene una clara conciencia de sí mismo, es muy perceptivo e intuitivo, trae una sabiduría innata, desarrolla el pensamiento abstracto desde pequeño, es dotado y/o talentoso, soñador y visionario.

6) Creativo:
aprende de manera reflexiva y no repetitiva cosas diferentes, pero cuando tiene suficiente conocimiento, los dejan por aburrimiento. No comulga con el sistema escolar actual, es rebelde a las normas y estructuras, tiene dificultades con la disciplina y la autoridad, no responden a mecanismos de culpa, quieren buenas razones.

7) Hipersensible:
poseen una gran sensibilidad por la naturaleza, y mucha conexión de tipo espiritual, probablemente se le diagnosticó como niño con síndrome de déficit atencional con y sin hiperactividad.

8) No a la mentira:
le desagrada la mentira y la falsedad, tienen un desarrollado sentido de justicia, son sanadores, hipersensibles visual, auditiva y kinésicamente, se conectan con la otra dimensión, pudiendo ser videntes o perciben una realidad que otros no ven.

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Wendy Chapman,
la experta norteamericana autora de varios libros relativos al tema, aporta otros detalles, basándose en sus investigaciones.

Sí, puedes ser un Índigo adulto. Ellos no empezaron a venir recién ahora; lo que sucede es simplemente que los números han estado aumentando más y más, hasta que ahora son tantos que finalmente no podemos ignorarlos.
¿Eres un índigo adulto?

Yo creo que los índigos adultos tienen estas características:
  • Son inteligentes, aunque tal vez no hayan tenido las mejores notas.
  • Son muy creativos y disfrutan haciendo cosas.
  • Siempre necesitan saber POR QUÉ; especialmente, por qué se les está pidiendo que hagan algo.
  • Les disgustaba y quizás incluso odiaban gran parte del trabajo repetitivo y obligatorio de la escuela.
  • Eran rebeldes en la escuela en cuanto a que se negaban a hacer la tarea y rechazaban la autoridad de maestros, O querían realmente rebelarse pero no se ATREVÍAN, generalmente debido a presión de los padres.
  • Es posible que hayan experimentado depresión existencial temprana y sentimientos de impotencia. Estos últimos pueden haber ido de tristeza a desesperación total. Sentimientos suicidas durante la secundaria o antes no son inusuales en el Índigo adulto.
  • Tienen dificultades en empleos dedicados al servicio. Los Índigos se resisten ante la autoridad y el sistema laboral jerárquico.
  • Prefieren esfuerzos cooperativos, posiciones de liderazgo o trabajar solos.
  • Tienen profunda empatía por otros, pero también intolerancia ante la estupidez.
  • Pueden ser extremadamente sensibles en lo emocional, incluso llorando ante el menor motivo (sin protección). O pueden ser lo opuesto y no mostrar ninguna expresión de emoción (protección completa).
  • Pueden tener problemas con la IRA.
  • Tienen problemas con los sistemas que consideran rotos o inefectivos, como por ejemplo: político, educativo, médico y legal.
  • Aislamiento de o enojo con la política - sintiendo que su voz no cuenta y que el resultado no importa realmente.
  • Frustración o rechazo hacia el tradicional "sueño americano" - trabajar 8 horas, matrimonio, 2,5 hijos, casa con cerco blanco, etc.
  • Ira cuando se quitan derechos, temor y/o furia ante el "Gran Hermano que te está observando".
  • Sienten un ardiente deseo de hacer algo para cambiar y mejorar el mundo. Es posible que no sepan qué hacer. Tal vez tengan problemas para identificar su camino.
  • Tienen intereses psíquicos o espirituales desde bastante jóvenes - antes o durante la adolescencia.
  • Tuvieron pocos o ningún modelo índigo a imitar.
  • Tienen fuerte intuición.
  • Patrón de comportamiento o estilo mental aleatorio (síntomas de Desorden de Déficit de Atención) - es posible que tengan problemas para concentrarse en tareas asignadas, pueden saltar en conversaciones.
  • Han tenido experiencias psíquicas, como premoniciones, ver ángeles o fantasmas, experiencias fuera del cuerpo, escuchar voces.
  • Pueden ser sensibles a la electricidad: relojes no funcionan o lámparas se apagan cuando caminan por debajo de ellas, equipos eléctricos funcionan mal o se queman lamparitas.
  • Pueden tener conciencia de otras dimensiones y realidades paralelas.
  • Son muy expresivos sexualmente, O pueden rechazar la sexualidad por aburrimiento o con la intención de lograr una conexión espiritual más elevada. Pueden explorar tipos alternativos de sexualidad.
  • Buscan el significado de sus vidas y comprensión del mundo. Pueden buscarlo a través de religión o espiritualidad, grupos o libros espirituales, grupos y libros de autoayuda.
  • Si encuentran el equilibrio, pueden convertirse en individuos muy fuertes, sanos y felices.

Esta es mi opinión, basada en conversaciones con otros índigos adultos y mi extrapolación a partir de indicadores de niños índigos proyectados una generación atrás.

jueves, 27 de octubre de 2011

Paradigma del Sistema Educativo .-



"Hay 3 tipos de personas en el mundo: los inamovibles, los movibles y los que se mueven"
Estas son palabras de Benjamin Franklin, recitadas por Ken Robinson en enero del presente año, al finalizar su exposición dada en uno de los eventos organizados por RSA, donde desarrolla algunas de las ideas que luego profundizaría en su charla de mayo en TED "Bring on the Learning Revolution". Learning Cognitive "tradujo" en un formato de animación Scribing, las principales ideas de la charla en RSA.

miércoles, 26 de octubre de 2011

** AUTISMO (NIÑOS CRISTAL) Y EL AUTISMO ENERGÉTICO


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AUTISMO Y OTRAS DEPENDENCIAS

Actualmente estamos en un tiempo donde muchos niños nacen con diferentes tipos de dependencias que en la mayoría de los casos no comprendemos o nos cuesta entender. Entre ellas el autismo o las minusvalías psíquicas son las más generales.

La experiencia de vida de una dependencia desde el nacimiento de este tipo es algo muy reciente en la historia de la humanidad. Hasta hace muy poco la ignorancia o la falta de medios hacía que no se aceptasen los niños que nacían con algunos problemas, los cuales eran rechazados desde el nacimiento. Un ser de luz, por esta razón, no podía escoger una vida de dependencia pues rápidamente tras nacer moriría abandonada o sacrificada de algún modo. Además, la falta de medios e higiene hacía que una persona con un problema físico grave tampoco pudiese sobrevivir mucho tiempo.

Para poder vivir una experiencia de vida parecida era necesario nacer sano, vivir una serie de experiencias en la vida, posteriormente tener algún tipo de accidente que nos invalidase, y ahí comenzar la etapa de dependencia, una etapa que no podía alargarse mucho pues, como he dicho, la falta de medios o la ignorancia hacían que una persona dependiente no pudiese vivir mucho tiempo.

Actualmente esto no es así, y este cambio permite que desde otros niveles de conciencia se pueda elegir un tipo de vida de entrega. Las personas desde su alma eligen nacer unidas a otras y vivir las experiencias que vivimos y, en muchas ocasiones, seres de luz desean vivir la experiencia del sacrificio y la entrega constante. Es una vida de dar, muy valorada en niveles superiores de conciencia pues nos otorga una experiencia y un aprendizaje de humildad muy altos. Se acuerda con otra u otras personas, quienes nos ayudan a poder llevar esa vida, y por lo general en bastantes más ocasiones es el cuidador quien elige este tipo de vida que aquellos que sufren la minusvalía o la enfermedad.

El contrato se realiza con un hermano o hermana de luz y ambos están de acuerdo en llevar juntos esta vida, así el aprendizaje será mutuo. Para quien vive dependiente no hay dolor, no hay pena y todo su aparente sufrimiento está suavizado desde otros niveles, pues se trata de sufrimiento innecesario. El motivo de su vida no es sufrir sino acompañar y dejarse amar de forma ilimitada.el acompañamiento y sanación angélica es constante durante toda la vida, también la limpieza de corazón y del alma; las personas que están a su lado pueden percibir este acompañamiento y esa luz dándose cuenta de lo especial de la persona, de su pureza y de su brillo y cómo esto se mantiene a lo largo de los años. Así la persona no vive el dolor igual que cualquier otra persona, ni tampoco sufre el sentimiento de abandono, de miedo…

En el caso del AUTISMO, energéticamente lo que ocurre es que la persona, todo su ser de luz o la mayor parte, está “fuera” del cuerpo. Él no toma el control de la vida, por ello no se comunica con el exterior, ni lo comprende ni forma parte de él, actúa como espectador pasivo. El cuerpo físico lo podemos ver como un traje, y el niño autista decide no ponerse el traje. Sitúa su ser al margen de este cuerpo físico, ya sea detrás o por encima, normalmente a escasos metros, hasta 4m de distancia, de tal forma que pueda ver todo lo que ocurre y actuar en caso que sienta la necesidad, pero no llega a situarse en sí mismo, apartándose continuamente de la acción, aunque no de las personas.

Podemos imaginar que vamos conduciendo un coche y astralmente nos colocamos en el asiento trasero mientras nuestro cuerpo continúa conduciendo de forma automática, podemos observar como nuestros impulsos continúan conduciendo sin que nada tengamos que hacer nosotros. Lo mismo ocurre con otras personas que se acercan al conductor, le hablan, le abrazan incluso, pero no reciben respuesta nuestra, ni si quiera nos ven porque nosotros estamos en el asiento trasero, no en el cuerpo.

La diferencia en el autismo y en ciertas minusvalías psíquicas donde ocurre algo similar con lo que podamos sentir en esta imagen de nosotros fuera de nosotros mismos, es que el ser de luz de esos niños se mantiene tan puro que puede sostener un contacto angélico constante, lo que impide que se sienta triste o alejado de la realidad. Simplemente comprende o cree que la realidad hay que observarla así, desde fuera, como un espectador pasivo.

Desde el corazón no hay dolor ni pena, pues sienten a la otra persona y pueden comunicarse con ella internamente, pero será muy difícil obtener una respuesta física pues por lo general las personas no podemos sostener una comunicación interna con normalidad, pero el ser de luz continuamente está a nuestro lado, comunicándose. No dan mensajes mentales ni emocionales, simplemente son mensajes de amor, de complicidad, de cariño…

En aquellos momentos que sí se logra comprender esos lazos íntimos, aparece un sentimiento de compenetración, de escucha. Son momentos muy especiales en que todos los que conocen o conviven con personas “alejadas de sí mismas” han sentido alguna vez. Momentos de lucidez y compenetración.

Claramente esos niños son cristal, igual que los niños con ciertas discapacidades psíquicas. Los niños índigo son guerreros, no vibran en el rayo rosa del amor. Son guerreros y vienen a cambiar y equilibrar, no a sanar emociones y amar. Luego, un niño índigo, puede convertirse en niño cristal.

Los niños autistas, y las personas con esta capacidad de retroacción, son personas que vibran en el rayo rosa del amor. Se basan de este sentimiento para dar y tomar de los demás. No necesitan las experiencias, ni las demostraciones, ni las palabras, ni mucho menos el contacto. Pueden comunicarse abiertamente con otros niños y adultos de todo el planeta a través de su alma y su corazón.

Para trabajar con estos niños es bueno trabajar internamente primero,comprenderse a uno mismo y comprender aquellos bloqueos que no permiten ver en esa persona al maravilloso y sabio ser que es.

En general, MUCHAS PERSONAS PRESENTAN SÍNTOMAS DE AUTISMO ENERGÉTICAMENTE, se despiertan ajenas a la vida o no se enfrentan a la realidad apartándose de los problemas o las situaciones difíciles, justificándose de mil maneras o alejándose de las personas amadas. Energéticamente ocurre lo mismo que en un autismo severo, el ser de luz consciente huye de la realidad, se aparta de ella y la persona pierde la mayor parte de la conciencia mientras actúa o piensa. Comienza a actuar de forma monótona, semidormida y sin pensar en nada claro.

El por qué en estas situaciones es un tanto diferente al autismo, se trata de que la persona parte de una experiencia en la vida anterior dura, una experiencia aun sin sanar en su corazón, y cuando se enfrenta a una situación difícil se aleja y decide no vivir la realidad, sino observar como la vida cruza ante sus ojos esperando que lleguen momentos más tranquilos o hermosos.

Actualmente este hábito es muy común, dejar la conciencia a un lado para ver pasar la vida es algo que todos debemos evitar. La vida depende en gran medida de cómo la sintamos y cómo nos esforcemos en actuar y vivir en ella. Permitir que todo se haga solo es abandonar las riendas de la vida a la suerte y el azar. Es abandonarnos a nosotros mismos y abandonar la conciencia permitiendo que cualquier ser, persona o medio nos dirija y nos controlen.

La mayoría de las personas buscan este recreo constante para huir de la realidad a través de la tv, cine, fiestas nocturnas, medios de comunicación masivos, videojuegos, drogas, relaciones pasionales, consumismo… Todo consiste en abandonarnos, en evadirnos y buscar la forma de no enfrentarnos a la realidad. Esta práctica no ayuda a controlar la vida o a sanarla, sino al contrario, nos da una idea falsa de quienes somos nosotros, de lo que es la vida y de la conciencia.

COMUNICACIÓN

Igual que con otras personas, los niños autistas o con minusvalías psíquicas son completamente seres conscientes y podemos comunicarnos con su alma, pero previamente debemos trabajar este tipo de comunicación interna. Así podemos llegar a sentir y comprender lo que les inquieta, qué sienten, si sienten dolor, qué les gusta comer, si tienen sed… más allá y de una forma más significativa, cuál es el motivo de su vida, los lazos de luz que les unen a la vida, su misión de luz con las personas cercanas…

La telepatía para comunicarnos con ellos es muy diferente a la que se pueda aprender en el pasado pues no se trata de una telepatía mental sino de una comunicación del corazón.

El ejercicio que presento es muy sencillo, consiste en entrar en nuestro propio corazón, apaciguarnos y sentirnos desde aquí, comprendernos y observarnos por unos instantes. En muchas ocasiones podemos sentir una ventana hacia los ángeles que nos acompañan en este viaje a nuestro interior e incluso comunicarnos con ellos.

A partir de aquí, llamar internamente al ser con quien queremos comunicarnos y sentirle. No se trata de preguntar como si se tratase de una canalización sino de percibirlo y sentirlo. Esa persona está en nuestro corazón, es un hermano de luz, lo amamos, sentimos por unos instantes ese amor mutuo, ese reconocimiento y nos mantenemos en él. Ese sentimiento, esa energía es comunicación directa y en ese estado, sin más, sin provocar cambios ni intentar nada, ya podemos “adivinar” las respuestas que anhelamos.

En esquema sería:

1. Relajación

2. Entrar en nuestro corazón (mentalmente o centrándonos en sentir el corazón)

3. Observarnos por unos instantes

4. Llamar internamente al ser de luz de aquella persona con quien nos queremos comunicar o a su alma

5. Percibir y sentir a ese alma

6. Meditar en esta comunicación o este encuentro de luz

Existen muchas formas de entrar en nuestro corazón y comunicarnos telepáticamente desde este nivel, pero todas las formas tienen una base y es la CONCIENCIA DE QUE NOSOTROS Y EL OTRO SOMOS UNO, somos hermanos de luz y ESTAMOS UNIDOS POR EL CORAZÓN, por eso nos podemos encontrar en el corazón. No hay velos que nos oculten al otro porque somos el otro, tampoco hay nada que podamos ocultarle al otro porque el otro es nosotros, LE AMAMOS Y NOS AMA. Y AQUÍ, EN ESTE PUNTO, EN ESTE SENTIMIENTO, LA COMUNICACIÓN ES INMEDIATA. Nos hacemos transparentes para el resto, pero ellos, quienes también son transparentes para nosotros pues los reconocemos desde el corazón.

A través de esta comunicación podemos llegar al interior de la persona amada y comprenderla, no cambiarla ni intentar dirigirla, eso es otro tipo de vibración y conciencia basada en el ego. Lo que hacemos es sentirla, ayudarla, aportarle nuestra luz y comprensión… El alma del otro nos mostrará con detalle cómo se siente, de dónde surgen sus problemas, por qué estamos junto a esa persona, qué tenemos que aprender o qué tenemos que aportarle. También nos puede llevar a sus vidas pasadas y a esos momentos donde comienza la situación que vive, incluso mostrarnos su ser estelar o su misión de vida.

El recordar más o menos de esta experiencia o meditación depende de lo que nosotros necesitemos en nuestro día a día y lo que cada uno pretenda hacer con esta información. Por ejemplo, una persona que utilizaría la información en beneficio propio o se sentirá mal al comprender las vidas pasadas del otro, rápidamente olvidará lo que le ha ocurrido en la meditación. Lo normal es sentir el corazón del otro, sentir la compenetración y según se trabaja ir viendo y recordando más detalles de esta comunicación sagrada.

Es difícil el primer día aprender a identificar qué alimentos no le gustan, pero según entramos en comunicación intima con el otro podemos llegar a estos detalles con claridad y seguridad.

A veces podemos ver que el ser de luz se encuentra mucho más alejado de lo que esperábamos, a veces incluso lo vemos venir “de lejos” como viajero en el tiempo y el espacio, y comprendemos que ese ser casi nunca está aquí. Esto ocurre cuando accedemos a una conciencia bastante despierta del otro en vez del alma, yo lo llamo el Yo Consciente, y puede ocurrirnos en casi todos los niños menores de 7 años, y muchos adultos incluso. Significa que la persona apenas es consciente de sí misma, sino que vive en un sueño de realidad.

Normalmente las personas no están en sí mismas, pero la parte que debería vivir en ellas, la que controla la vida y la maneja, debe estar íntegramente en sí, cuando no es así la persona aparece como dormida, ajena a lo que ocurre, despistada… Parece que no se despertó de la cama o que actúa mecánicamente. Esto ocurre con todas las personas, la diferencia es que un autista siempre está fuera de sí.

La pregunta habitual es en qué afecta el trabajar esta comunicación en la persona con quien nos comunicamos.

Realmente cuando nos comunicamos con una persona por su corazón le estamos dando razones para “volver en sí”, para entrar en el cuerpo y vivir la vida, se le muestra que existe algo valioso en esta realidad. En muchos casos se puede observar como el autista comienza a comunicarse, a lo mejor no de una manera fluida pero se sentirá una diferencia importante. A veces simplemente es la comprensión de lo que ocurre por nuestra parte lo que agiliza la forma de entender la vida y superarla.

También es importante comprender que la persona está viviendo una experiencia planificada desde un estado superior de conciencia y son aquellas personas con quienes convive quienes deben realizar este trabajo. Un terapeuta con cierta habilidad puede ayudar en gran medida para despertar algún tipo de comunicación o intercambio consciente, pero es necesario que sean los padres, aquellas personas con quienes se ha planificado el karma, quienes inicien y lleven a cabo esta tarea. No es adecuado intervenir en el karma ajeno y menos por petición de la mente o el ego, es el corazón quien debe guiarnos a esta respuesta.

En aquellos casos que el terapeuta reciba un tipo de tarea similar, puede entrar en contacto con el ser de luz de los padres, el de la persona en concreto, y a partir de esta comunicación determinar qué es lo más adecuado.

Lo mismo, he de decir que es posible “recolocar” el cuerpo de luz de la persona autista o de la persona que no acaba de involucrarse en su realidad en el mismo cuerpo físico, lo cual cambia en gran medida la experiencia de vida, pero esto sólo se debe hacer en aquellos casos que se nos pida y con permiso del alma de la persona.

Este tipo de comunicación podemos realizarlo con todas las personas, en aquellas personas que no sufren ningún problema o evasión, cuando nos comunicamos con ellas de esta forma, las estamos ayudando a asentar su energía celeste en la Tierra, lo que las agiliza en su proceso de despertar. A la vez que ayudamos a limpiar su corazón permitiendo que ellas también puedan comunicarse de igual manera.

Os animo a hablar al corazón, a expresaros de corazón a corazón, con sencillez primero, eliminando todas aquellas palabras y todos aquellos datos, emociones o intenciones que no sean puras o nazcan del corazón, eliminando lo superfluo y dirigiéndonos al SER del otro y no a su conciencia dormida. Así encontraremos sentido a la comunicación y poco a poco podremos ver en el otro un ser consciente, amoroso y perfecto.

Con todo mi amor

Altaír García

LOS NIÑOS SÚPER PSÍQUICOS.-


Cualquiera que dude acerca de los fenómenos psíquicos
no es más que un ignorante”
Edgard Mitchell ex-astronauta

Los súper psíquicos son tal vez la raza más inusual y carismática de los nacidos hoy día. Sus increíbles habilidades los distinguen de las otras dos razas por sus sensacionales demostraciones. Estos niños son capaces de hacer cosas que la mayoría de las personas pensarían que fueron hechas en las películas con gráficos de computadora. Lo más asombroso de todo esto es que es real. Si estos niños no cambian nuestro mundo, nada lo podrá cambiar. Noten cómo algunas de las habilidades de estos niños se parecen mucho a las manifestaciones de conciencia de las cuales hablamos en el capítulo 18, que suceden durante el vuelco dimensional. ¡Lo que piensas es lo que sucede! Estos niños son capaces de demostrar que lo quesea que piensen se vuelve realidad.
Paul Dong y Thomas E. Raffill escribieron Los súper psíquicos de China (Chinas Super Psiquics).Este libro reporta lo que ha venido revelándose en China desde que estos nuevos niños psíquicos salieron a la luz, desde 1974, con el jovencito que podía ver con las orejas. En la actualidad, el gobierno chino declara que estos niños, estando con los ojos vendados, pueden ver con la nariz, boca, lengua, axilas, manos y pies. Cada niño era diferente y su visión por esas áreas extrañas era perfecta. Estas pruebas no fueron sólo correctas en un porcentaje o algunas veces, sino que fueron impecables.
Hablé por primera vez sobre estos niños en 1985, cuando los mencioné en un artículo de la revista Omni. Esta revista fue invitada a ir a China para observar a algunos de esos niños y escribir un artículo sobre ellos.
Omni asumía que podía existir alguna trampa, así que cuando llevaron algunos de estos niños para hacerles pruebas, las condujeron de tal manera que no era posible hacer trampa. No dejaron nada al azar.
Una de las pruebas comenzaba de la siguiente forma: con los niños presentes, Omni tomó un montón de libros y de forma aleatoria sacó uno, abrió el libro al azar y arrancó una página, arrugándola hasta hacer una bolita. Luego Omni la puso en la axila de uno de los niños y este niño pudo leer ¡cada palabra de la página perfectamente! Después de muchas pruebas variadas,Omni quedó convencida de que el fenómeno era real, pero no podían explicar cómo lo estaban haciendo esos niños. Ese informefue publicado en la edición de enero de 1985.
Pero Omni no fue la única que envió investigadores a observar a esos niños. Muchas otras revistas de todo el mundo y también algunos artículos de revistas científicas tan prestigiosas como Nature estuvieron de acuerdo en que el fenómeno era real.
En la Ciudad de México encontramos exactamente los mismos rasgos en niños de allí. Puede que existan más pero nosotros encontramos alrededor de mil niños que eran capaces de ver con varias partes de su cuerpo. Lo que es notable es que estos niños puedan ver con diferentes partes del cuerpo como lo hacen los niños chinos. Suena como que esta mutación del ADN hubiera saltado el océano justo como en el fenómeno del mono número cien. Pronto regresaremos a hablar de una de esas niñas, que ahora tiene diecinueve años, para compartirles mi experiencia directa con ella.
De acuerdo con Paul Dong en Los súper psíquicos de China, ver con diferentes partes del cuerpo fue la habilidad psíquica que llamó la atención del gobierno chino, pero esa cualidad fue rápidamente entendida como sólo la punta del iceberg. Estos niños empezaron a demostrar otras capacidades psíquicas que son verdaderamente difíciles de aceptar dentro de esta realidad "normal".
Dong reporta cómo muchas veces una inmensa audiencia, de mil personas o más, podía entrar al auditorio con un botón de rosa en la mano.
Cuando todo el mundo estaba sentado y tranquilo, comenzaba la demostración con la presencia de una niña de unos seis años, que se subía sola al escenario y se paraba en el centro del mismo de frente a la audiencia. Luego, con un movimiento silencioso hecho con su mano, los mil botones se abrían lentamente hasta estar totalmente abiertos y convertirse en hermosas rosas ante los ojos de la asombrada audiencia.
Dong también explica cómo alrededor de cinco niños demostraron en público otra asombrosa hazaña. Tomen en cuenta que el gobierno chino ha hecho cuidadosas pruebas a esos niños, para ver si lo que yo estoy por decirles es verdad o no. El gobierno está convencido de que es verdad.
Un niño tomaba un frasco de pildoras en forma aleatoria de una estantería, como pildoras de vitaminas, por ejemplo. La botella estaba sellada con el envoltorio plástico original y tenía una tapa de metal o de plástico fuertemente enroscada. El frasco era entonces colocado en el centro de una gran mesa vacía. Luego una cámara de video observaba el siguiente paso.
El niño o niña le decía a la audiencia que estaba comenzando, pero no había nada visible para ésta. De pronto las pildoras que estaban dentro del frasco pasaban directamente a través del vidrio y aparecían sobre la mesa. En muchos casos, el niño tomaba otro objeto, algo así como una moneda, lo ponía sobre la mesa y la metía dentro del frasco sellado. Esta demostración y otras parecidas son definitivamente el acercamiento a lo que yo llamo conciencia de cuarta dimensión. Lo que piensas y lo que pasa están conectados.
Existen otras muchas habilidades psíquicas que se han demostrado en China, de acuerdo con este libro. Si estás interesado, lee lo que se ha reportado. Puedes pensar que estos son sólo trucos de magia, pero cuando ves estas cosas en persona, son muy difíciles de explicar. Durante diez años el gobierno chino tampoco les creía, hasta que el número de niños que podía hacer estas cosas siguió creciendo. Hasta que el libro Los super psíquicos de China fue publicado, en 1997, el gobierno chino tenía identificados por los menos a unos cien mil de esos niños. De hecho, alrededor de 1985, el gobierno y la comunidad científica china, simplemente tuvieron que admitir que era verdad.
Se dieron cuenta de lo que esto podía significar. El gobierno instaló escuelas de entrenamiento para apoyar a estos niños con sus habilidades psíquicas. Hoy en día, donde quiera que se encuentre un niño psíquico es enviado a una de estas escuelas. Es importante señalar lo que han descubierto: que inclusive si llevan niños que no son psíquicos en presencia de un niño psíquico natural, los niños entrenados pueden realizar las mismas maravillosas hazañas. --Gracias .Mary.--La Gitana

viernes, 14 de octubre de 2011

LA HUMANIDAD EN MARCHA: LOS JÓVENES Y LOS NIÑOS EN LA VIDA María Fernanda Domato.-

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Seguimos caminando, pulsando.......

los niños nos llaman....

Continuamos pulsando...

más...

más responsabilidad...

más amor en la tierra...

más comprensión en los padres...

más sabiduría en los maestros...

más formas nuevas....

más in-formación... formación interna desde el corazón...

más creatividad en expresión plena en cada niño...

más paz en la humanidad...

más pulso.... cristales... pulsan....

cristales... hermosos rayos del sol central...

pulsan... pulsan... pulsan...

construyen... construyen... construyen...

somos la Humanidad en Marcha...

Mientras transitamos, al inicio del Siglo XXI, sabemos, sentimos, los vertiginosos cambios que se están produciendo en todos los ámbitos: climáticos, económicos, familiares, cambios en la conciencia. La vida se acelera y los tiempos cronológicos están desapareciendo.

En la ciudad de Córdoba, Argentina, escucho las noticias, los medios de comunicación nos hablan de la agresión que hay en los jóvenes, en todos los espacios en que se desarrollan, agresiones físicas entre ellos, en la escuela, en los grupos, en sus barrios, en su familia... Los maestros ya no saben cómo actuar, cómo hacer, cómo establecer un orden en sus clases. Recorro una escuela, hablo con los jóvenes y comentan el sin sentido de las cosas, la falta de objetivos claros en su vida, no tienen un propósito social ni comunitario, el sin sentido es general.

Los jóvenes de hoy son la generación que trae el cambio en la educación, en la sociedad. El sin sentido de los jóvenes, la apatía, hacen replantearse a los padres y maestros cómo relacionarse con ellos, cómo su rebeldía pone en tela de juicio los valores de toda la sociedad, las máscaras de los adultos. La falta de honestidad interna de cada adulto es puesta a prueba por los jóvenes que piden coherencia en el accionar, pensar, sentir y obrar.

Luego me encuentro con los más pequeños, los niños; allí se encuentra mucho amor, alegría, compasión, niños que piensan en sus amigos, sienten lo que pasa con sus compañeros, perciben que su mamá a veces está triste y otras veces comparte sus juegos.

Los niños de hoy son maestros, cada uno de diferentes lenguajes. Es importante reconocerlo en cada niño, y la tarea del adulto es integrarlo a la sociedad, brindándole las herramientas necesarias para que expresen su maestría, sus dones, en armonía con los demás.

En el año 2003, por varias razones, casi el 20% de los docentes de Córdoba solicitaron la jubilación anticipada, lo que nos hace observar la gran necesidad de un cambio muy profundo, total y de raíz en la educación. Cambios en las bases del concepto educar, buscar que el niño exprese su ser tal cual es, sin crear en ellos estructuras de miedo que limiten los dones creativos que cada uno trae. La búsqueda de nuevos conceptos, nuevos códigos para trabajar con los niños es una necesidad urgente. La educación deberá ser repensada para desarrollarse en grupos por afinidad, donde los niños puedan proponer actividades que deberían ser guiadas por los docentes, integrando técnicas de aprendizaje, tanto del hemisferio izquierdo (desarrollo lógico) como del derecho (desarrollo creativo).

Este es un tiempo para que los adultos ordenen lo emocional, sincerándose, tomando conciencia de sus necesidades y sanando sus miedos. De esta forma podrán trabajar con los niños desde una relación sana, creativa, lúdica y alegre. La Era de Acuario pide una educación individual, para individuos diferentes, una educación diferente, desde el amor y la comprensión de los nuevos códigos, con materias acordes a las actividades sociales que se perfilan para cada niño en la sociedad que está naciendo.ISSA

jueves, 13 de octubre de 2011

LOS JÓVENES: MÁS ALLÁ DE LA EDUCACIÓN Wolfgang Kellert

Aprender idiomas desde niño

La “Nueva Humanidad” profundiza en aquello que “no es concreto a los ojos comunes”, sino al espíritu. No profundiza en la religión, sino en la espiritualidad. No busca un mejor ingreso per cápita, porque no existe dinero que lleve a Dios, no busca mejorar la salud, porque la enfermedad sencillamente no existe en la perfección, no busca la equidad de género, porque todos somos uno, no busca reducir la mortalidad, porque nuestros cuerpos son simplemente vehículos. No busca aquello, que el ego del hombre se ha empeñado en buscar, porque Dios es la ausencia del ego.

El mundo Índigo

¿Y cómo cambia también nuestra postura cuando entramos en el mundo Índigo?

La frecuencia Índigo es una vibración a la que el planeta Tierra se está adaptando paulatinamente; es la frecuencia de la Nueva Era. Una vibración distinta que produce grandes cambios en el ser humano y que puede provocar problemas de adaptación en una sociedad tradicional por causa de las capacidades “paranormales” de los seres Índigo. Basta con mencionar la palabra “paranormal”, para que entremos en temas donde nuestra lógica nos diga que estamos saliéndonos por la tangente; no obstante, el fluir de este caudaloso río, suena más y más, y a Dios gracias cada vez existe más gente trabajando en esta realidad, aunque más de un amigo nuestro nos diga en tono escéptico ¿frecuencia qué?

Esta frecuencia o vibración Índigo ha hecho que muchos jóvenes vivan rodeados de incomprensión y frustración ante la falta de adaptación al sistema; pero qué pasa con esta juventud… están en una etapa de gran fuerza, de mucha energía, con toda la vida por delante, con la vía libre para vivir a plenitud todo lo que este mundo ofrece; sea cual fuere su realidad socioeconómica, hay algo para aprender y experimentar, y siempre hay algo de qué asirse. Sus cuerpos emocionales están desarrollándose a todo vapor, y es una etapa de gran convulsión a nivel de las sensaciones y los sentimientos. Todo lo aprehendido a nivel emocional durante la niñez, sea bueno o malo, será clave para dar las directrices de su personalidad que es formada por el medio ambiente influyendo sobre su temperamento. A diferencia de los niños que todavía están siendo “educados”, los jóvenes ya cuentan con su autonomía. Es aquí donde comienza la cosa.

Apertura de conciencia

Miles de jóvenes, Índigo o no, tienen problemas de adaptación en la sociedad, y pasan a ser una “persona rara”, cada cual con sus diferentes problemas, pero rara al fin. Donde radica el meollo del asunto en esta Nueva Era, con jóvenes cualquiera que fuese su “especie”, es sencillamente en la apertura de conciencia: la palestra donde los Índigo que despiertan juegan un rol de vital importancia.

Saberse Índigo, tener facultades psíquicas… es inútil si no se tiene conciencia en el espiritual sentido de la palabra. Saberse Índigo puede significar un verdadero problema, a la hora de luchar con el ego de “maestro de la nueva humanidad”, a la hora de entrar en un fanatismo holístico, a la hora de envilecerse con los dones, a la hora de justificarse… Teóricamente un Índigo no tiene esos apegos humanos. Teóricamente. Más aún, si ese Índigo no se enteró de esa esencia que a lo largo de los años ha sido contaminada por la sociedad. Hay que despertarlos, hay que desconectarlos de “La Matriz”, no sólo a ellos, que tienen las de ganar, sino a todos.

A veces es difícil tratar con los jóvenes, tienen una terquedad propia de la edad, una rebeldía propia de su conciencia “naif”. Sin subestimarlos, sus ideales, sus sueños, sus ganas, sus euforias, sus decepciones, sus ilusiones, sus enamoramientos… son propios de un nuevo lienzo que se va pintando en el camino de sus vidas. El comportamiento pendular es típico. Su actuar en función a su ánimo, también. Pese a su autonomía, todavía son vulnerables, y a veces su inocencia raya en la estupidez; pero ahí está lo bueno, la inocencia es pureza, y en la pureza está Dios. No es aprovecharse de su inocencia, se trata de ligar esa pureza con el universo, se trata de apuntar a esa parte de ellos que todavía no ha sido maleada y evitar que se vayan al lado oscuro, despertando su conciencia divina.

El portal de retorno

Los jóvenes son altamente influenciados por sus emociones, y estas son el gran portal de retorno a La Fuente; no su inteligencia múltiple, sino el estado de no mente. En otras palabras, hay que hablarles al corazón. No maternalismos, no paternalismos, no con la “experiencia de los años”… De alma a alma. Es ser ellos, y con ellos, es ser uno. Una gran mayoría de los jóvenes, por no decir todos, abren sus puertas a la espiritualidad cuando abordamos el tema de manera adecuada. Sin dogmas religiosos, sin mandamientos… Para la esencia Índigo el concepto de culpa no existe; y el pecado junto a toda la parafernalia dogmática, tiene tintes primitivos. Reconoce los sucesos sin juicios como correcto o erróneo; lo hace con desprendimiento, sin apego, sólo con el fin del aprendizaje; con una respuesta interior a los sucesos exteriores. Es ahí donde rompe los esquemas en todos los sentidos.

Si no se despierta la conciencia Índigo (que es distinto a saberse Índigo, o creerse uno), los jóvenes seguirán sirviendo con su brillantez al sistema. De nada servirá que hayan desarrollado una superinteligencia, cuando lo que se busca es una inteligencia superior. Sería como utilizar un Ferrari por caminos escabrosos, o como descubrir una medicina para una enfermedad que no existe.

En líneas generales, y sin entrar en detalles socioeconómicos, la mayoría de los jóvenes tienen una natural afinidad con la tecnología y marchan tan rápido o más que el ritmo que lleva el mundo. El acceso a la información hace que estén al tanto de los sucesos, y sus capacidades innatas, hacen que surja el deseo de buscar la excelencia en sus profesiones; está claro que son más inteligentes, y no sólo por su esencia; pero vemos también que eso puede llevarlos a una búsqueda y al saboreo de lo “mundano”, de lo snob, de lo alienado. Su ruptura de esquemas puede llevarlos a una anarquía pseudo espiritual, a esa incomprensión de satisfacerse sin encontrarse; a ese exceso de energía que no saben en qué gastarlo; a no darse cuenta de qué están hechos y para qué. Lo único que tienen claro, es la duda. Y no sólo los Índigo.

Rompedor de esquemas

Un joven Índigo se da cuenta que es un rompedor de esquemas, cuando se descubre a sí mismo, cuando comprende que este asunto va más allá de una “vida decente”, cuando entiende que ha sido bendecido con dones que lo suben varios escalones en la escala evolutiva, cuando se acuerda que su nacimiento en esta tierra es un retorno por un bien común y elevado. Cuando se da cuenta que lo que carga sobre los hombros es una amorosa responsabilidad. Cuando entra en conciencia que la revolución debe transformarse en evolución para llegar a la trascendencia. Sólo en ese momento verá que romper con el sistema es romper con el velo de la oscuridad, con sabiduría, con entrega, con certeza, con amor… no con rebeldía.

Se dará cuenta que su desenfreno por la búsqueda de experiencias indiscriminadas, o la desolación ante la incomprensión, eran simplemente parte de la crisálida. Disfrutará de estar solo, de regenerar, canalizar y focalizar su enorme energía. Despertarán sus sentidos sutiles, su vibración se acelerará, emanará luz, empezará abrirse su tercer ojo, despertará el maestro, se fundirá a la Fuente, volverá a ser Conciencia pura, y se unirá al Todo. Su sola presencia romperá esquemas.

Aparentemente sólo buscamos la ayuda divina, en una buena mayoría de los casos, cuando estamos en problemas. El dinero, la autoestima y los amores, por citar algunos ejemplos, son tres casos típicos que llevan a los jóvenes a la depresión. Sin embargo son los mejores momentos para poder encontrarse con uno mismo. Dentro de las experiencias que tuve al trabajar con jóvenes, pude notar la ausencia de una verdadera comunicación con los padres; si bien muchos decían “tener plena confianza con ellos”, esa confianza llegaba hasta por ahí, porque los padres se limitaban a ser eso, padres cariñosos; pero no podían cubrir esa búsqueda espiritual que iba más allá de la religión que se profesaba en casa. Algunos padres eran católicos acérrimos o a medias, pero en ambos casos no había una apertura para esa espiritualidad, también a medias, de los jóvenes. Como que en el lado paternal yacía una religión intocable, sea por principios, por ignorancia, o simplemente por falta de interés. Palabras tales como pecado o culpa, eran parte de la vida, porque “así es este mundo real”. Sin embargo, pese a las influencias claramente clavadas en las mentes de los jóvenes, el interés por aquello que va más allá de lo común, en términos sociales y religiosos, muchos jóvenes aguzaban los sentidos por una filosofía de vida propia a la de la Nueva Humanidad, y más de una vez vi el brillo esperanzador en sus ojos. Sin embargo, la cotidianeidad, era el enemigo número uno que hacía que esos atisbos de despertar de conciencia cayeran nuevamente en la somnolencia.

¿Qué hacer?

Varias situaciones fueron importantes para que los jóvenes comenzaran a despertar la conciencia:

  • Escucharlos con una gran atención, y hacer que ellos tomaran las riendas de la conversación, en una charla totalmente horizontal.
  • Nada de juicios al momento de las “confesiones”, sino compartirlas, bajando el tono de la gravedad de sus actos con el puro afán de anestesiar el dolor. No obstante, con una profunda y desapegada comprensión de nuestros errores y entrando en la confianza de “a mí me pasó lo mismo”.
  • Ser sus cómplices.
  • Reírnos con ellos, y verle lo bueno a “lo malo”. Hacerles ver que por más mala que parezca la situación, está bien, porque es la señal que nos ayuda a crecer.
  • Compartir sus gustos, que nos enseñen sobre ellos, y hasta que nos den consejos.

Estos escuetos puntos, que a primera vista pueden resultar obvios, pueden ser manejados con facilidad por un psicólogo, o por alguien que se da cuenta de una comunicación horizontal. No obstante son simplemente el comienzo de la aventura, algo que va más allá de “tratar al muchacho con tacto y amistosamente”. Se trata de “entrar en contacto con el alma del muchacho”, de mostrarle su pluridimensionalidad; de hacerle dar cuenta de su superioridad, no en términos de ego, sino de creación suprema. Que todo lo que sucede en el mundo externo es producto de su interior, de su propia creación, consciente o no. Que es capaz de trascender, que puede eliminar todo aquello que ha sido motivo de tristeza o preocupación, con tan sólo conectarse consigo mismo.Es hacerle ver que tiene más de cinco sentidos, y que su presencia en este mundo tiene un propósito que va más allá de ir en busca de la satisfacción del éxito económico y el techo propio; que puede dejar de llenar el formulario que exige la sociedad para el bien de la misma sociedad; y que si bien “sólo se vive una vez” (al menos una vez a la vez en esta dimensión), significa que es sólo una vez en esta vida actual para lograr acercarnos a Dios, ya que si realmente creemos en Él, la muerte es tan sólo una etapa en nuestra verdadera vida, y si creemos en eso, lógicamente hay una razón más profunda que prima en nuestra existencia en este mundo, en este ahora.

No todos tienen el mismo grado de evolución en este planeta. Cada uno viene con el propósito de aprender algo, hasta el más escéptico, hasta el mayor de los malandrines, hasta el más materialista… sólo que no son conscientes de ello; y el plan de la esencia Índigo, es romper los esquemas tradicionales que justamente hacen eso: no ver más allá de este mundo. Por eso vinieron seres como Jesús, que respetaron nuestro libre albedrío, pero que nos mostraron el camino de vuelta a La Fuente. Cuando respetamos el proceso del prójimo, empezamos a comprender que no podemos criticar a nadie, y menos juzgarlo. Cómo podríamos hacerlo, si sabemos que esa persona antes de nacer ha escogido precisamente ese rol o esas situaciones en su vida, para un aprendizaje muy específico. “Es un mediocre”, “No tiene dónde caerse muerto”, “Es un mujeriego”, “Es un ladrón”, “No busca a Dios”… Todas estas situaciones son lecciones escogidas por su Espíritu antes de encarnar para aprender una lección que va más allá de los Juicios humanos, pero que en todo caso, siempre tiene un objetivo de depuración.

El Índigo debe comprender que su misión es ayudar a esos seres a comprender su lección. Ésto no significa que no deban jugar en esta tierra con ciertas reglas: hay que comer, hay que pagar la renta, hay que conseguir dinero… no como un objetivo, sino como un medio. Claro que debemos alimentarnos, claro que necesitamos un techo. Necesitamos estar vivos para vivir la experiencia, y para eso tenemos que alimentarnos, y para eso hay que conseguir alimento, pero ya llegará el día en el que la energía que necesitan nuestros cuerpos no provenga de carbohidratos; de hecho ésta es una realidad que se va plasmando paulatinamente con la llegada de los Índigo, con su poco comer, con su exceso de energía. La Nueva Humanidad se está regenerando con la nueva vibración, que inclusive es inmune a las enfermedades.

No se trata sólo de conversar con un joven como si tratase de un párvulo al que hay que guiar, sino hay que despertar al maestro que nos ayudará a evolucionar, y él tiene que saberlo. No es de padre a hijo, de hermana a hermano, de educador a educando; es de Yo Superior a Yo Superior; la única diferencia que existe es que están en un cuerpo humano más joven en términos de tiempo lineal terrestre.

No basta con decirle al Índigo en qué es diferente, no basta con explicarle por qué; si no hay que ayudarlos a que entienda el para qué; sólo así sabrá su razón de ser.ISSA.-

NIÑOS INDIGO: AURAS

Es invierno de 2001 en la ciudad de Buenos Aires, domingo por la tar­de; la familia Roganti sale de un cine céntrico donde exhiben filmes de Dis­ney. Después de la película, la joven pareja y su hijo repiten el clásico cir­cuito porteño paseando por la gran calle de las librerías, exultante de ofer­tas, pizzerías, puestos callejeros, olor a incienso. Una librería Megastore, con varias plantas, recientemente inaugurada, les llama la atención y entran.

Nacho -que apenas habla, pero camina a la velocidad que le per­miten sus cuatro añitos- avanza férreamente agarrado de la mano de su madre, Adriana, quien a su vez, en la otra mano, sujeta un volante que acaba de tomar de un mostrador, cuya lectura la deja intrigada: "co­nozca lo que dice su aura; su personalidad y sus estados de ánimo", le propone el folleto.

Mientras su marido deambula entre las mesas de libros y objetos, Adriana -tentada por la curiosidad- se adelanta con el pequeño Na­cho y enfila al misterioso gabinete: una habitación del local comercial donde se ofrece la "lectura de auras". Al entrar, encuentra una compu­tadora conectada a una pequeña caja metálica en la que, para acceder a la experiencia, debe apoyarse la mano; una cámara de video montada so­bre el monitor registra al consultante. Nacho, literalmente, "le gana de mano": apoya sus deditos en la caja y se instala en la butaca. El encar­gado asume que se inicia la consulta y activa el programa en la compu­tadora. Inmediatamente, los colores irradiados por la imagen fija -que hasta entonces poblaba la pantalla a modo de muestra- comienzan a di­solverse y a proyectar estelas que cobran tonalidades cambiantes para definirse, finalmente, en un azul luminoso en torno a la figura del niño.

El operador e intérprete de la sesión le explica a Adriana las carac­terísticas del estudio, tras lo cual imprime un resultado, que le entrega, con el siguiente texto:

El color azul suele predominar áuricamente en la zona de la ca­beza, proyectándose con más intensidad desde la coronilla. Per­tenece al 5° chakra -el chakra laríngeo- y su energía, bien ca­nalizada, ayuda a impulsar la expresión, la expansión manifies­ta de las ideas y sensaciones percibidas desde el exterior, preci­samente porque este tipo de aura coincide con quienes tienen cierta tendencia introspectiva.

El azul da cuenta de una intensa espiritualidad y la búsqueda de un orden nuevo. Es un color ligado a la necesidad de cambio, que sus portadores procuran mediante una curiosidad muy fuer­te, aunque casi siempre discreta, silenciosa. Son personas gene­ralmente reservadas y críticas. Presentan una falta de seguridad ante las cuestiones prácticas y materiales de la existencia. Pero esto lo complementan con una profunda certeza interior; tienen una noción universal e integradora del mundo, son solidarios y sensibles a todo lo vivo.

Adriana queda absorta ante el diagnóstico. Recuerda las frecuentes anginas de su hijo, curadas, por lo general -tal como le hizo notar una psicopedagoga- tras alguna confesión angustiante que el pequeño te­nía "atragantada". Repasa mentalmente la cantidad de episodios en que el niño escondía ciertas audacias y descubrimientos propios mientras, por otro lado, se achicaba ante cuestiones menores, meramente prácti­cas, como la hora del baño. Siente que todo lo que ha escuchado coin­cide, esencialmente, con la naturaleza más íntima de su hijo, aún muy pequeño, ya dueño de una personalidad incipiente.

-Es increíble -dice conmovida, en voz alta, olvidando las presen­cias y el lugar; habla para sí misma.

-No, má, tienes que creer -la corrige su pequeño hijo desde la buta­ca, con total naturalidad, como si todo fuera apenas un juego de palabras. El fenómeno índigo debe su nombre al color proyectado por el aura de estos niños, no sólo registrable mediante las cámaras Kirlian, sino también captado por ciertas personas especialmente dotadas. Sin embargo, las per­cepciones, dones, virtudes, métodos, vivencias, expresiones de los niños índigo van mucho más allá de este síntoma energético que, en sí mismo, ha funcionado como indicio y como un modo de designarlos.

El tema del aura, tan controvertido como fascinante, presenta dife­rentes lecturas y, por cierto, diferentes interpretaciones.

Los testimonios de dos especialistas consultadas en esta investiga­ción ofrecen datos y elementos que abordan desde distintas ópticas la presencia del fenómeno.

María Luisa Pastorino, médica psiquiatra recibida en la Universidad de Buenos Aires, homeópata, autora de artículos y textos varios acerca de las terapias vibracionales, brinda un repaso histórico valioso para in­troducirnos en la relación del aura con la naturaleza humana. En su li­bro La medicina floral de Edward Bach se remonta históricamente:

"Desde antiguo se sabe que todos los seres vivos emiten o están inmersos en un campo energético. Personas sensi­bles o que hoy llamaríamos con propiedades paranormales, pudieron observarlo. Ha sido representado en la iconogra­fía de la antigüedad, tanto en Oriente como en Occidente, atribuyéndole cualidades espirituales. Se lo denominó de muy diversas maneras: aura, atmósfera psíquica, ropaje del alma, esfera de la vida, fuerza magnética, fuerza vital, cuer­po etérico, doble etérico. Paracelso habló de él. Hahne­mann lo llamó fuerza vital y basó en ella su medicina ho­meopática. Mesmer realizaba curaciones actuando sobre el campo energético y llegó a afirmar que `todo en el univer­so está unido por medio de un fluido en el que están in­mersos todos los cuerpos'. En 1845, el barón Karl von Rei­chenbach, industrial y científico alemán, realizó un estudio sistemático sobre el mismo; señaló que esa energía era una propiedad universal de la materia y la denominó Od, esta­bleciendo que había un Od positivo y un Od negativo.

Fue el médico inglés Walter Kilner, jefe del departa­mento de electroterapia del Hospital Santo Tomás, de Londres, el primero que demostró la existencia de este fenómeno.

Kilner, conocedor de las descripciones de ocultistas y videntes, que había leído a Leadbeater, ocultista de nota que perteneció a la Sociedad Teosófica Inglesa, sin dejarse atrapar por prejuicios, y con verdadero espíritu científico, decidió buscar un método para hacer visible el aura o do­ble etérico. Lo encontró, luego de una prolija investiga­ción, impregnando una lente con una substancia química, que permitió hacer visible al ojo humano la luz ultraviole­ta. Al observar a una persona, con una lente así preparada, el aura se hacía visible como una línea interna que delimi­taba el cuerpo y otra más externa, de una luz casi vaporo­sa que se extendía hacia el exterior. El aura, el ropaje del alma, la fuerza vital, era una realidad física. Las ciencias positivas con su lentitud y morosidad habituales, habían confirmado una vez más lo que la intuición del hombre ve­nía afirmando desde hacía siglos. Llegó Kilner a perfeccio­nar su técnica de tal manera que logró hacer diagnósticos observando a sus pacientes con este método.

En 1911 publica su libro “La atmósfera humana” y pese a que sus investigaciones fueron estrictamente científicas y sin relación con el fenómeno oculto, fue criticado y recha­zado por la profesión médica, como había ocurrido con sus antecesores. (...)

En 1939, el fotógrafo ruso Semyon Davidovich Kirlian descubrió que colocando un ser vivo o parte de él bajo la acción de un campo de alto voltaje se hacía visible el aura y se podía observar la relación entre las alteraciones de la misma y las del interior del cuerpo. Esta nueva técnica abrió el campo a otras investigaciones, entre ellas la locali­zación de los puntos de energía sobre los que actúa una medicina milenaria: la acupuntura."

Para quien se lo proponga, hoy existen, en distintas ciudades de América y Europa, locales destinados a "ver" el aura mediante cámaras específicas y pantallas computarizadas. En algunos casos, incluso, se entregan gráficos explicativos donde consta la interpretación de los es­pecialistas que manejan estos sistemas. No fue fácil, sin embargo, en­contrar gente que pudiera dar testimonio de haber presenciado auras sin mediación tecnológica.

Alba de Cabobianco, psicóloga graduada en la Universidad de Bue­nos Aires, fue la primera persona entrevistada que me comentó su pro­pia experiencia con relación al aura. A lo largo de aquel encuentro, en su casa, en marzo de 2002, Alba me decía:

"Vi auras por primera vez durante el parto de Flavio, mi hijo, que nació cuando yo tenía treinta y seis años. Para mí, tras doce años de ejercicio de psicoanálisis tradicional y sin ninguna formación esotérica, esto era desconcertante. Por entonces estaba más ligada, si se quiere, al existencialismo que a la espiritualidad.

Notaba un resplandor que aparecía espontáneamente alrededor de las personas. En el caso de Flavio, me pertur­baba mucho la velocidad de esa vibración, muy rápida, muy intensa.

Los siguientes siete años me dediqué a investigar nue­vas formas de curación, orientales y occidentales. Tomé contacto, por ejemplo, con la noción de los chakras, a los que se les adjudican colores equivalentes a vibraciones: una visión de la energía del ser humano. Los textos relati­vos a este tema coinciden en que el color sería una expre­sión de determinado modo vibracional, y que los colores más limpios y más sutiles corresponderían a vibraciones más altas. Cada centro energético tiene un color que pre­domina. El `coronario', es decir el que está en la zona su­perior de la cabeza, tiene colores que giran alrededor del azul y el violeta. A diferencia de otros colores, el índigo o azul, hasta donde yo tenía estudiado, no era un color que se manifestara con frecuencia en el aura."

Resulta interesante, hasta aquí, la palabra de dos personas cuya for­mación se remite a saberes no esotéricos. El abordaje que María Luisa Pastorino y Alba dedican al tema auras tiene distintos puntos de par­tida; en el primer caso es netamente profesional; en el segundo, emer­ge enmarcado por una experiencia personal. Sin embargo, ambas mi­radas coinciden en un punto de partida crítico. Esto hace que luego, al cobrar peso propio, la cuestión del aura suene mucho más genuina en sus voces.

En Internet existen profusión de sitios y ofertas que abarcan la cues­tión del aura promoviendo conferencias, consultas personales, e inclu­so asesoramientos accesibles sin moverse de la propia casa, vía red. Uno de los cursos ofrecidos (cursos@holistica.com.mx) coordinado por Maya Toyber Campeche, residente en México, invita a participar de sus conferencias e introduce su especialidad al respecto asegurando que:

La cámara Kirlian no tiene nada de maravilloso, simplemente ha­ce fotografías del "efecto corona", que es un fenómeno eléctrico normal y corriente sin ninguna relación con auras. Verlas desde tu conciencia y usando tu intuición es diferente.

En la misma página web se desarrolla una definición de auras en tanto

conjunto de fuerzas electromagnéticas de densidades variables que salen de los cuerpos físicos vitales, etéreos, mentales, emo­cionales y espirituales.

El campo áurico, según indican los expertos, sobresale del cuerpo con un promedio de un metro a partir de la última superficie de la piel.

Así se extiende por encima de la cabeza, y más allá de los pies, hun­diéndose en el suelo. Además de los seres humanos, tendrían su propia aura, o campo energético -incluyendo al reino mineral, vegetal y ani­mal- cada una de las presencias que nos rodean.

Hay más documentos en Internet que desarrollan el tema. Algunos conceptos se reiteran, otros se reformulan. A modo de síntesis, extrac­to aquí algunos fragmentos que habrán de completar el panorama:

• Albert Einstein nos explicaba que la materia no existe, sino que es una ilusión creada por la velocidad de la vibración de diver­sas formas de energía. Las cosas que percibimos con nuestros sentidos, cuya vibración es muy lenta, tienen una energía que vi­bra al mismo ritmo.

• Todo lo que vibra en el plano físico se nos aparece en forma de materia sólida la ciencia nos ha demostrado que un objeto redu­cido a la más pequeña de sus partículas, esta formado por millo­nes de chispas de energía. Esto indica que hay todo un mundo vi­brando a una frecuencia determinada. El estudio del aura tiene co­mo objeto práctico ayudar a la persona a entender los procesos de cambios en que se encuentra y cómo se van desarrollando.

• El aura se ve de varias formas, generalmente emulando capas de color que bordean el cuerpo; bandas circulares alrededor del mismo, como éter flotando sin forma definida, a modo de flamas de colores que se extienden y desvanecen.

• Debido a que el aura es un plasma etérico, se puede visuali­zar de muchas maneras. Hay personas que tienen la habilidad de percibir el aura de manera natural, con sus ojos físicos abier­tos, gracias a los receptores en forma de conos dentro del ojo que son los encargados de la visión de color. Otra forma de per­cibirla es con el ojo interno (coloquialmente llamado "tercer ojo"). Esto se logra con entrenamiento, ejercicios, práctica y con­tinuo trabajo personal del individuo.

Por Gabriel Sánchez.-ISSA

LOS JÓVENES: MÁS ALLÁ DE LA EDUCACIÓN Wolfgang Kellert.-

http://saludable.infobae.com/files/2011/07/Ni%C3%B1os-ejercicio.jpg

La frecuencia Índigo es una vibración

a la que el planeta Tierra se está adaptando paulatinamente;

es la frecuencia de la Nueva Era.


La “Nueva Humanidad” profundiza en aquello que “no es concreto a los ojos comunes”, sino al espíritu. No profundiza en la religión, sino en la espiritualidad. No busca un mejor ingreso per cápita, porque no existe dinero que lleve a Dios, no busca mejorar la salud, porque la enfermedad sencillamente no existe en la perfección, no busca la equidad de género, porque todos somos uno, no busca reducir la mortalidad, porque nuestros cuerpos son simplemente vehículos. No busca aquello, que el ego del hombre se ha empeñado en buscar, porque Dios es la ausencia del ego.

El mundo Índigo

¿Y cómo cambia también nuestra postura cuando entramos en el mundo Índigo?

La frecuencia Índigo es una vibración a la que el planeta Tierra se está adaptando paulatinamente; es la frecuencia de la Nueva Era. Una vibración distinta que produce grandes cambios en el ser humano y que puede provocar problemas de adaptación en una sociedad tradicional por causa de las capacidades “paranormales” de los seres Índigo. Basta con mencionar la palabra “paranormal”, para que entremos en temas donde nuestra lógica nos diga que estamos saliéndonos por la tangente; no obstante, el fluir de este caudaloso río, suena más y más, y a Dios gracias cada vez existe más gente trabajando en esta realidad, aunque más de un amigo nuestro nos diga en tono escéptico ¿frecuencia qué?

Esta frecuencia o vibración Índigo ha hecho que muchos jóvenes vivan rodeados de incomprensión y frustración ante la falta de adaptación al sistema; pero qué pasa con esta juventud… están en una etapa de gran fuerza, de mucha energía, con toda la vida por delante, con la vía libre para vivir a plenitud todo lo que este mundo ofrece; sea cual fuere su realidad socioeconómica, hay algo para aprender y experimentar, y siempre hay algo de qué asirse. Sus cuerpos emocionales están desarrollándose a todo vapor, y es una etapa de gran convulsión a nivel de las sensaciones y los sentimientos. Todo lo aprehendido a nivel emocional durante la niñez, sea bueno o malo, será clave para dar las directrices de su personalidad que es formada por el medio ambiente influyendo sobre su temperamento. A diferencia de los niños que todavía están siendo “educados”, los jóvenes ya cuentan con su autonomía. Es aquí donde comienza la cosa.

Apertura de conciencia

Miles de jóvenes, Índigo o no, tienen problemas de adaptación en la sociedad, y pasan a ser una “persona rara”, cada cual con sus diferentes problemas, pero rara al fin. Donde radica el meollo del asunto en esta Nueva Era, con jóvenes cualquiera que fuese su “especie”, es sencillamente en la apertura de conciencia: la palestra donde los Índigo que despiertan juegan un rol de vital importancia.

Saberse Índigo, tener facultades psíquicas… es inútil si no se tiene conciencia en el espiritual sentido de la palabra. Saberse Índigo puede significar un verdadero problema, a la hora de luchar con el ego de “maestro de la nueva humanidad”, a la hora de entrar en un fanatismo holístico, a la hora de envilecerse con los dones, a la hora de justificarse… Teóricamente un Índigo no tiene esos apegos humanos. Teóricamente. Más aún, si ese Índigo no se enteró de esa esencia que a lo largo de los años ha sido contaminada por la sociedad. Hay que despertarlos, hay que desconectarlos de “La Matriz”, no sólo a ellos, que tienen las de ganar, sino a todos.

A veces es difícil tratar con los jóvenes, tienen una terquedad propia de la edad, una rebeldía propia de su conciencia “naif”. Sin subestimarlos, sus ideales, sus sueños, sus ganas, sus euforias, sus decepciones, sus ilusiones, sus enamoramientos… son propios de un nuevo lienzo que se va pintando en el camino de sus vidas. El comportamiento pendular es típico. Su actuar en función a su ánimo, también. Pese a su autonomía, todavía son vulnerables, y a veces su inocencia raya en la estupidez; pero ahí está lo bueno, la inocencia es pureza, y en la pureza está Dios. No es aprovecharse de su inocencia, se trata de ligar esa pureza con el universo, se trata de apuntar a esa parte de ellos que todavía no ha sido maleada y evitar que se vayan al lado oscuro, despertando su conciencia divina.

El portal de retorno

Los jóvenes son altamente influenciados por sus emociones, y estas son el gran portal de retorno a La Fuente; no su inteligencia múltiple, sino el estado de no mente. En otras palabras, hay que hablarles al corazón. No maternalismos, no paternalismos, no con la “experiencia de los años”… De alma a alma. Es ser ellos, y con ellos, es ser uno. Una gran mayoría de los jóvenes, por no decir todos, abren sus puertas a la espiritualidad cuando abordamos el tema de manera adecuada. Sin dogmas religiosos, sin mandamientos… Para la esencia Índigo el concepto de culpa no existe; y el pecado junto a toda la parafernalia dogmática, tiene tintes primitivos. Reconoce los sucesos sin juicios como correcto o erróneo; lo hace con desprendimiento, sin apego, sólo con el fin del aprendizaje; con una respuesta interior a los sucesos exteriores. Es ahí donde rompe los esquemas en todos los sentidos.

Si no se despierta la conciencia Índigo (que es distinto a saberse Índigo, o creerse uno), los jóvenes seguirán sirviendo con su brillantez al sistema. De nada servirá que hayan desarrollado una superinteligencia, cuando lo que se busca es una inteligencia superior. Sería como utilizar un Ferrari por caminos escabrosos, o como descubrir una medicina para una enfermedad que no existe.

En líneas generales, y sin entrar en detalles socioeconómicos, la mayoría de los jóvenes tienen una natural afinidad con la tecnología y marchan tan rápido o más que el ritmo que lleva el mundo. El acceso a la información hace que estén al tanto de los sucesos, y sus capacidades innatas, hacen que surja el deseo de buscar la excelencia en sus profesiones; está claro que son más inteligentes, y no sólo por su esencia; pero vemos también que eso puede llevarlos a una búsqueda y al saboreo de lo “mundano”, de lo snob, de lo alienado. Su ruptura de esquemas puede llevarlos a una anarquía pseudo espiritual, a esa incomprensión de satisfacerse sin encontrarse; a ese exceso de energía que no saben en qué gastarlo; a no darse cuenta de qué están hechos y para qué. Lo único que tienen claro, es la duda. Y no sólo los Índigo.

Rompedor de esquemas

Un joven Índigo se da cuenta que es un rompedor de esquemas, cuando se descubre a sí mismo, cuando comprende que este asunto va más allá de una “vida decente”, cuando entiende que ha sido bendecido con dones que lo suben varios escalones en la escala evolutiva, cuando se acuerda que su nacimiento en esta tierra es un retorno por un bien común y elevado. Cuando se da cuenta que lo que carga sobre los hombros es una amorosa responsabilidad. Cuando entra en conciencia que la revolución debe transformarse en evolución para llegar a la trascendencia. Sólo en ese momento verá que romper con el sistema es romper con el velo de la oscuridad, con sabiduría, con entrega, con certeza, con amor… no con rebeldía.

Se dará cuenta que su desenfreno por la búsqueda de experiencias indiscriminadas, o la desolación ante la incomprensión, eran simplemente parte de la crisálida. Disfrutará de estar solo, de regenerar, canalizar y focalizar su enorme energía. Despertarán sus sentidos sutiles, su vibración se acelerará, emanará luz, empezará abrirse su tercer ojo, despertará el maestro, se fundirá a la Fuente, volverá a ser Conciencia pura, y se unirá al Todo. Su sola presencia romperá esquemas.

Aparentemente sólo buscamos la ayuda divina, en una buena mayoría de los casos, cuando estamos en problemas. El dinero, la autoestima y los amores, por citar algunos ejemplos, son tres casos típicos que llevan a los jóvenes a la depresión. Sin embargo son los mejores momentos para poder encontrarse con uno mismo. Dentro de las experiencias que tuve al trabajar con jóvenes, pude notar la ausencia de una verdadera comunicación con los padres; si bien muchos decían “tener plena confianza con ellos”, esa confianza llegaba hasta por ahí, porque los padres se limitaban a ser eso, padres cariñosos; pero no podían cubrir esa búsqueda espiritual que iba más allá de la religión que se profesaba en casa. Algunos padres eran católicos acérrimos o a medias, pero en ambos casos no había una apertura para esa espiritualidad, también a medias, de los jóvenes. Como que en el lado paternal yacía una religión intocable, sea por principios, por ignorancia, o simplemente por falta de interés. Palabras tales como pecado o culpa, eran parte de la vida, porque “así es este mundo real”. Sin embargo, pese a las influencias claramente clavadas en las mentes de los jóvenes, el interés por aquello que va más allá de lo común, en términos sociales y religiosos, muchos jóvenes aguzaban los sentidos por una filosofía de vida propia a la de la Nueva Humanidad, y más de una vez vi el brillo esperanzador en sus ojos. Sin embargo, la cotidianeidad, era el enemigo número uno que hacía que esos atisbos de despertar de conciencia cayeran nuevamente en la somnolencia.

¿Qué hacer?

Varias situaciones fueron importantes para que los jóvenes comenzaran a despertar la conciencia:

  • Escucharlos con una gran atención, y hacer que ellos tomaran las riendas de la conversación, en una charla totalmente horizontal.
  • Nada de juicios al momento de las “confesiones”, sino compartirlas, bajando el tono de la gravedad de sus actos con el puro afán de anestesiar el dolor. No obstante, con una profunda y desapegada comprensión de nuestros errores y entrando en la confianza de “a mí me pasó lo mismo”.
  • Ser sus cómplices.
  • Reírnos con ellos, y verle lo bueno a “lo malo”. Hacerles ver que por más mala que parezca la situación, está bien, porque es la señal que nos ayuda a crecer.
  • Compartir sus gustos, que nos enseñen sobre ellos, y hasta que nos den consejos.

Estos escuetos puntos, que a primera vista pueden resultar obvios, pueden ser manejados con facilidad por un psicólogo, o por alguien que se da cuenta de una comunicación horizontal. No obstante son simplemente el comienzo de la aventura, algo que va más allá de “tratar al muchacho con tacto y amistosamente”. Se trata de “entrar en contacto con el alma del muchacho”, de mostrarle su pluridimensionalidad; de hacerle dar cuenta de su superioridad, no en términos de ego, sino de creación suprema. Que todo lo que sucede en el mundo externo es producto de su interior, de su propia creación, consciente o no. Que es capaz de trascender, que puede eliminar todo aquello que ha sido motivo de tristeza o preocupación, con tan sólo conectarse consigo mismo.Es hacerle ver que tiene más de cinco sentidos, y que su presencia en este mundo tiene un propósito que va más allá de ir en busca de la satisfacción del éxito económico y el techo propio; que puede dejar de llenar el formulario que exige la sociedad para el bien de la misma sociedad; y que si bien “sólo se vive una vez” (al menos una vez a la vez en esta dimensión), significa que es sólo una vez en esta vida actual para lograr acercarnos a Dios, ya que si realmente creemos en Él, la muerte es tan sólo una etapa en nuestra verdadera vida, y si creemos en eso, lógicamente hay una razón más profunda que prima en nuestra existencia en este mundo, en este ahora.

No todos tienen el mismo grado de evolución en este planeta. Cada uno viene con el propósito de aprender algo, hasta el más escéptico, hasta el mayor de los malandrines, hasta el más materialista… sólo que no son conscientes de ello; y el plan de la esencia Índigo, es romper los esquemas tradicionales que justamente hacen eso: no ver más allá de este mundo. Por eso vinieron seres como Jesús, que respetaron nuestro libre albedrío, pero que nos mostraron el camino de vuelta a La Fuente. Cuando respetamos el proceso del prójimo, empezamos a comprender que no podemos criticar a nadie, y menos juzgarlo. Cómo podríamos hacerlo, si sabemos que esa persona antes de nacer ha escogido precisamente ese rol o esas situaciones en su vida, para un aprendizaje muy específico. “Es un mediocre”, “No tiene dónde caerse muerto”, “Es un mujeriego”, “Es un ladrón”, “No busca a Dios”… Todas estas situaciones son lecciones escogidas por su Espíritu antes de encarnar para aprender una lección que va más allá de los Juicios humanos, pero que en todo caso, siempre tiene un objetivo de depuración.

El Índigo debe comprender que su misión es ayudar a esos seres a comprender su lección. Ésto no significa que no deban jugar en esta tierra con ciertas reglas: hay que comer, hay que pagar la renta, hay que conseguir dinero… no como un objetivo, sino como un medio. Claro que debemos alimentarnos, claro que necesitamos un techo. Necesitamos estar vivos para vivir la experiencia, y para eso tenemos que alimentarnos, y para eso hay que conseguir alimento, pero ya llegará el día en el que la energía que necesitan nuestros cuerpos no provenga de carbohidratos; de hecho ésta es una realidad que se va plasmando paulatinamente con la llegada de los Índigo, con su poco comer, con su exceso de energía. La Nueva Humanidad se está regenerando con la nueva vibración, que inclusive es inmune a las enfermedades.

No se trata sólo de conversar con un joven como si tratase de un párvulo al que hay que guiar, sino hay que despertar al maestro que nos ayudará a evolucionar, y él tiene que saberlo. No es de padre a hijo, de hermana a hermano, de educador a educando; es de Yo Superior a Yo Superior; la única diferencia que existe es que están en un cuerpo humano más joven en términos de tiempo lineal terrestre.

No basta con decirle al Índigo en qué es diferente, no basta con explicarle por qué; si no hay que ayudarlos a que entienda el para qué; sólo así sabrá su razón de ser.ISSA.-ANGELES DE LUZ