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sábado, 25 de junio de 2011

El Doble Origen del Niño - El Doble Origen del Hombre.-

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“Quien penetre por un instante en lo más profundo de lo que somos, descubrirá que además de haber adquirido lo manifiesto heredado, hay una esencia única, que no responde a ningún modelo y que añade algo distinto e individual, es nuestro núcleo espiritual.”


El ser humano es el resultado de dos confluencias, dos fuerzas portadoras de información, verdad y guía.


En una visión superficial, cuando nos encontramos con alguien, lo primero que observamos es su aspecto exterior: su rostro, cuerpo, modo de hablar, sus gestos, la forma de su nariz o las mejillas. Sin embargo, esto es sólo una parte de lo que somos.


Todos habrán escuchado alguna vez lo siguiente: “Mira aquel niño, la nariz es del padre” o “mira la risa de esa niña, es igual a la de la madre”.


El ser humano tiene características heredadas del padre, madre, abuelos, etc. Esto demuestra un origen, primero, la raza humana, donde todos nos parecemos en la constitución de nuestro cuerpo. Pero yendo a lo individual, somos parte de una familia y esta nos aporta ciertas características.


Un niño nace en una familia determinada e ingresa a una línea hereditaria, pero lo heredado de la familia sólo es una faz de lo que es el niño en su totalidad.


Lo físico es de origen hereditario, comprobable a nivel científico a través de los genes. Incluso muchas veces hay tendencias emocionales o cualidades y dones, que son catalogadas como hereditarios. Muchas veces se oye decir “Es músico como su padre” o “tiene facilidad para la danza, porque su madre es bailarina”. Sin embargo esto no es lo sorprendente. El niño pudo haberlo adquirido a través de los genes como también a través del ejemplo. Es decir, si el niño nace en un entorno donde la música o la danza es lo habitual, es muy probable que lo absorba como un aprendizaje natural.


Sin embargo lo sorprendente y mágico se da cuando un niño demuestra tener ciertos dones o cualidad sin que nadie se lo haya inculcado directa o indirectamente. Un niño puede presentar una tendencia que la familia no ha desarrollado ni tampoco tiene especial interés por hacerlo.


Por ejemplo hay niños que tienen tendencias hacia la música, muestran predilección hacia cierto estilo, por ejemplo música clásica, o se destacan en el dibujo, escriben poesías, cuentos o historias con una descripción, expresión e imaginación sorprendentes. O manifiestan un insistente deseo de aprender un instrumento.


También sucede con aquellos niños extremadamente inteligentes, que incluso, superan a sus padres en sus preguntas y deseos de aprender.


Todos estos ejemplos muchas veces aparecen en contextos totalmente ajenos a lo que es el cotidiano de la familia. Niños artistas, en un contexto familiar donde nunca hubo este interés ni facilidad hacia ello. Niños con alto grado de inteligencia en familias de padres que muchas veces ni han alcanzado los primeros grados de escuela. Estos son sólo unos pocos ejemplos en los cuales deseo graficar un hecho.


En síntesis hablo de Niños que tienen una fuerza dirigida hacia un lugar, lugar que ni la familia ni el entorno cercano, exploró o tuvo en cuenta jamás.


¿De dónde parte este interés o conocimiento?


En otras épocas eran sólo unos pocos seres los que sobresalían de su entorno, y por eso eran llamados “niños raros” o “niños genios”. Y si sus familias lograban acompañar y encauzar este potencial, los niños se destacaban socialmente, se convertían en la adultez en genios de la época: artistas, inventores, revolucionarios, poetas, filósofos, pensadores, monjes.


Pero ahora en cada rincón, en cualquier cultura, clase social, religión, nace un niño que quiebra la línea hereditaria, cultural o social y plantea algo nuevo.


El origen espiritual del Niño


Los padres desorientados y maravillados se preguntan:


“¿De dónde aprendió esto? ¿De dónde saca tales preguntas? ¿De dónde parte ese interés inquebrantable hacia aquella actividad?”


La respuesta precisa para estos padres es: El niño lo trae de su otro origen, de su origen espiritual.


“Y ¿por qué?” Pregunta otro padre.


“Porque si el rumbo de vida del hombre continuara en esta monotonía, las cualidades más elevadas de la raza humana se extinguirían. Han venido a aportar lo nuevo, o mejor aún, a recordarnos lo viejo.”


“Pero… Yo quiero que mi hijo sea como todos, como fui yo cuando era niño, que jugaba inocente sin tanto peso sobre mis hombros.” Dice otro adulto.


“Ellos no tienen peso, el peso lo tenemos nosotros porque sabemos que nos están proponiendo cambios. Ellos no perciben diferencia, esfuerzo, peso. Han venido naturalmente con estos dones.


¿Alguna vez alguien se preguntó por qué tenía una nariz y no dos, y sufrió porque pensó que tal vez dos narices hubiese sido mejor que una? No, a lo sumo alguna vez nos percatamos de la naturaleza de nuestro cuerpo, pero sin peso, sólo naturalmente lo aceptamos. Los niños lo viven igual de natural, pero son los adultos los que perciben el cambio, y muchas veces se resisten porque lo desconocido causa temor y seguro propone algo nuevo.”


La concepción de la ciencia materialista y mecanicista hace esfuerzos por encontrar y demostrar que el hombre es resultado de su entorno, sus costumbres, cultura, o algo aún más cercano, de lo heredado de sus antepasados. Pero ninguna investigación, por más exhaustiva que haya sido, ha descubierto algo idéntico que proviene del pasado y se repite en el presente.


Igualmente no deseo refutar teorías, considero que es una visión que está caducando. Sabemos que la ciencia se queda a menudo sin respuestas, y por eso muchas veces calla, otras médica, y otras, guarda en cajones información que no es conveniente hacerla pública.


Quien penetre por un instante en lo más profundo de lo que somos, descubrirá que además de haber adquirido lo manifiesto heredado, hay una esencia única, que no responde a ningún modelo y que añade algo distinto e individual, es nuestro núcleo espiritual.


Aquí vemos claro el doble origen del Ser Humano. Por supuesto que siempre ha sido así. La diferencia con esta época es que los niños que están naciendo traen un fuerte impulso espiritual, y es a menudo más fuerte que las tendencias heredadas.


Los niños nacen en un contexto familiar y absorben lo que la familia les ofrece, pero a la vez manifiestan un destino, una meta, que si es reconocida y acompañada, tendrá un desarrollo saludable para él y para todos. Pero si no es reconocida ni acompañada, se volverá una fuerza trunca que acarreará distintas consecuencias según cada niño.


Hoy en día, aparece en jóvenes y en algunos adultos, el sentimiento de no pertenecer a su familia de nacimiento. Muchas veces se dice: “Yo no comparto nada de lo que mi familia hace” “Ellos no me entienden a mí, ni yo los entiendo a ellos”


La respuesta a estas afirmaciones es: “Sí, pertenecen a esa familia. Han nacido ahí, pero también han nacido en otro lugar”.


¿Y cómo se convive en armonía con estas dos fuerzas?


El punto donde estos dos orígenes conviven en armonía es en la conjunción de ambos. Hablo de la integración: Si rechazo mi origen terrenal, pierdo los potenciales que este origen tiene para ofrecerme o me ofreció. Así como, si niego mi origen espiritual, pierdo los potenciales que se desarrollarán al vivir lo más concreto de la tierra: el trabajo, profesión, familia, etc.


El punto perfecto donde no hay conflicto entre los dos orígenes es en la integración de ambas fuerzas. Ambas fuerzas son complementarias, sólo que muchas veces se encuentran enfrentadas porque no se ha logrado captar la esencia de cada aprendizaje.


Lamentablemente es habitual el rencor, dolor o resentimiento hacia la familia de nacimiento: “lo vivido no fue lo que se hubiese querido”. ¿Pero qué sucede si cambio el enfoque de esta percepción, si en vez de ver lo que no recibí, veo qué fortaleza interior adquirí por haber vivido eso mismo? Es decir rescato la esencia y libero el conflicto.

Aquí un conflicto familiar, se vuelve un aprendizaje espiritual.

Toda vivencia trae detrás un aprendizaje que fortalece y engrandece mi Espíritu.

Quien no ha sabido metabolizar una experiencia en fuerza espiritual, no ha podido pasar de la polaridad a la unidad, quedándose a mitad de camino. Y esto se traduce en dolor, rencor, resentimiento, ira, desconcierto o sensación de ser víctima de una situación.

La imagen para comprender esto es la siguiente: Estoy transitando un camino, hasta que algo me detiene, no lo entiendo, no lo acepto, no lo quiero, lo rechazo, lo niego, lo agredo. En vez de continuar mi camino, ahí me quedo. Coloco toda mi fuerza en cavar un pozo debajo de mis pies donde echaré todo lo que no quiero aceptar.


Le dedico tiempo y energía a ese pozo que cada vez es más profundo. Estoy dentro de él. Se me hará difícil salir de ahí, aun así el rencor puede más y continúo cavando.


En vez de continuar mi camino, tomar lo esencial de lo vivido, decido quedarme mirando hacia atrás y hacia abajo, en vez de mirar hacia adelante y arriba.


Podemos encontrar respuestas en nuestro origen espiritual, pero jamás este nos traería conflicto, angustia o nos instaría al rechazo hacia otras personas. Por supuesto que esto puede suceder, pero es importante trabajarlo. Reconocer que es lo humano lo que duele, y que hay algo más dentro de mí que se eleva por sobre el dolor.


Para que el salto interior me permita salir del pozo en el cual me coloco, debo dejar de mirar las carencias para percibir las esencias.


Un mismo hecho puede ser negativo o positivo para mi existencia, todo dependerá de cómo lo mire y lo viva. Esto transformará mis siguientes pasos.


Un niño nace, trae su cuerpo nuevo, resultado de la unión de un padre y una madre, y a la vez, trae un Espíritu viejo, resultado de sus vivencias anteriores, vivencias que lo han hecho grande, sabio, conocedor, aspirador de un nuevo tiempo.


Es por eso que estando delante de un niño, un adulto jamás debiera sentirse superior, esto sólo será un obstáculo para descubrir su Fuente.


Pero cuidado! No se trata de decir, de explicarle al niño su origen espiritual. Lo aclaro porque a los adultos les encanta hablar, y hablando se esconden detrás de las palabras. No se trata de hablarles, se trata de despertar a esta realidad. Ya que cuanto más despierto se está frente a un niño, cuanto menos mente, estrategia, fórmulas viejas quiera poner en práctica, cuanto más receptivo, intuitivo y VIVO se esté, más permitirá salir su espíritu al encuentro del espíritu del niño. Y aquí se producirá lo nuevo, se potenciarán las fuerzas. Porque si ese niño ha llegado ante usted es porque hay algo aún por descubrir.


Verá que lo difícil se hará fácil, porque sólo se hace difícil cuando queremos tener el control y manejarnos bajo lo conocido. Estos niños nos recuerdan que somos Espíritu en un Cuerpo.


Nos dicen “Despierten, perciban, jueguen, RECUERDEN. Sean libres, flexibles, valientes, frescos, LIVIANOS como una pluma que viene viajando desde otros tiempos.”


Autora: Nancy Erica Ortiz
Creadora del curso "Los Niños de Hoy"
www.caminosalser.com/nancyortiz
NIÑOS ÍNDIGO Y CRISTAL

Niños índigo cristal

Los Niños de Hoy, Niños Índigo y Cristal, ¿Quiénes son?

Llegan a la tierra, traen mensajes de conciencia y expansión.
Traen consigo una gran madurez espiritual. Saben adónde van, y hasta algunos de ellos tienen destellos del lugar de donde provienen.
Traen enseñanzas, proponen cambios. Tienen una gran misión: recordarnos quiénes somos, para que despertemos nuestro poder interior y nos reconozcamos capaces de generar el cambio que necesitamos.

Son los Niños de Hoy, los Nuevos Niños, grandes seres espirituales jugando a ser niños.
El amor los impulsa, buscan cambiar la tierra, cambiar al hombre, transformar la realidad.

Quien quiera reconocer a estos niños, pósese en su mirada. La transparencia y pureza de sus ojos desnuda el alma de quien los mira. Miran fijo, de forma sabia y madura.
Cuando se está frente a un Nuevo Niño, la emoción desborda el corazón, dentro se despierta una sensación de reverencia y respeto por él.
Igualmente no siempre sucede esto. Muchos adultos están tan inmersos en su mundo de problemas y preocupaciones que estos niños pasan desapercibidos. Pero aun así ellos actúan, actúan aún más con esas personas. Si sus miradas no encuentran eco, entonces golpearán sus puertas, y si nadie corre a abrirles, permanecerán presentes hasta que alguien los invite a pasar.
Pero la espera a veces se hace larga, se hace eterna, y comienzan a olvidar lo que han venido a decir.

Los cambios que estos niños proponen pueden llegar a cambiar el mundo, pero necesitan de nosotros, los adultos. Es tiempo de abrir los ojos, ver al niño que está a nuestro lado y preguntarnos ¿qué vendrá a decirnos?, ¿cómo empezamos a ofrecerle el espacio que necesita?, ¿cuál es la educación más certera para este nuevo ser?, ¿cómo encuentro el punto de equilibrio entre dejarlo expandir su potencial innato, y a la vez ejercer sana y necesariamente mi rol de padre, maestro, terapeuta o educador?

Muchas teorías hablan de niños Índigo y Cristal. En general las preguntas más frecuentes sobre este tema son: ¿quiénes son los niños Índigo?, ¿quiénes los niños Cristal?, ¿cuáles son sus características?, ¿cómo los reconocemos?
Todos estos interrogantes serán respondidos, aclarados y abordados con la conciencia de que somos seres humanos buscando el equilibrio, y por ello, este tema debe ser tratado sensible y maduramente.
Teniendo en cuenta que hay mucha información acerca de este tema y también mucha confusión que desvía el verdadero propósito de reconocer la energía de estos nuevos niños, intentaré con su ayuda y apertura dilucidar la esencia que presentan estos niños, pero con un fin: que el adulto pueda utilizar este conocimiento a modo de ayuda y guía de los Nuevos Niños, en vez de tan solo agrandar el conocimiento racional.

Es por eso que decido tratar este tema desde el punto de vista energético, porque de esta forma podemos hacer tangible un tema sutil. Entonces aquí, en vez de preguntar: “¿quiénes son los niños Índigo y Cristal?”, preguntaremos: ¿qué es la energía Índigo? ¿Y qué es la energía Cristal? ¿Quiénes portan esta energía? ¿Cómo reconocerla en los niños, trabajarla, encauzarla y potenciarla?

Al abordar este tema desde su cualidad energética lo despersonificamos, y el término Índigo o Cristal no queda solo reservado para los niños. Son energías que no solo nos hablan de los niños, sino de todas aquellas personas, sin importar la edad, que han venido con un propósito bien definido, y la energía que traen los ayudará a llevarlo a cabo.
Finalmente lograremos ver que estas características hablan de un proceso evolutivo global, y que lo estamos creando que entre todos.


Niños índigo cristal
La energía Índigo

Muchos seres que hoy están en la tierra tienen esta energía.
Es una energía fuerte, dirigida, penetrante, capaz, innovadora, revolucionaria, iniciadora, evolutiva. Es una energía que abre y quiebra, e inicia lo nuevo.
Se manifiesta muchas veces como rebeldía e insatisfacción ante lo preestablecido. Impulsa a cuestionar las normas que carecen de sentido, a romper viejas estructuras como las familiares, culturales, religiosas, educativas, etc.

La energía Índigo en jóvenes y adultos

Los seres que se ven impulsados por esta energía no pueden adaptarse a modelos establecidos y sufren cuando se los quiere encasillar en alguno. Se resisten, desobedecen y se niegan a tener que adaptarse a un modelo que no responde a sus ideales o carece de sentido.
Estos seres quieren diferenciarse, luchan por no ser iguales a todos.
Están despiertos, muchos conscientemente, es decir saben lo que quieren, a dónde quieren ir y qué quieren lograr. Aceptan las elecciones de los demás aunque no estén de acuerdo con ellas, pero continúan firmes en su propósito.
Otros, están despiertos también, pero no son conscientes de la energía que traen. Saben más lo que no quieren que lo que quieren, y por esta razón muchas veces desperdician su energía e ímpetu queriendo romper aquello que rechazan, queriendo imponer sus ideas, cambiar a los demás o a los lugares en donde se encuentran. Desaprovechan su energía y potencial intentando cambiar la vida de los otros forzadamente. Resumidamente: estos seres saben lo que no quieren pero no logran saber lo que quieren, entonces su energía está dispersa o mal encauzada. Muchas veces esto se manifiesta en enojo o deseo de destruir.
No saben sobre qué bases construir porque aún no logran detenerse y sentir hacia dónde los guía esta energía.

Los niños Índigo, o la energía Índigo de los niños

Un niño con esta energía exigirá a sus educadores, maestros o padres, no ser visto como uno más del montón. Deseará tener el espacio y TIEMPO para pensar por sí mismo lo que se le ofrece como aprendizaje, y si no lo encuentra es muy factible que pierda el interés por aprender, mostrándose desinteresado o desatando esta fuerza hacia la destrucción del espacio que no le permite sacar armoniosamente lo que necesita.
Para comprender a estos niños hay que reflexionar en lo siguiente: los adultos cargamos con la moral, la cultura y las reglas de conducta. Estas son un filtro o un freno de las fuerzas que nos empujan a hacer y decir. Si un adulto se encuentra en un lugar que no le agrada, hay tres opciones. Una: se retira; dos, emite su opinión lo más respetuosamente posible. Tres: hace silencio y acepta el lugar tal cual es. Todas estas formas tienen que ver con códigos de comportamiento social, códigos que, por supuesto a falta de auto-conciencia, muchas veces necesitamos. Bien, el niño que tiene esta energía no acepta códigos impuestos de afuera, e incluso muchas veces encuentra placer en romperlos. Estos niños aceptan los códigos solo si los comprenden y tienen sentido.
Entonces, si no está el tiempo y el espacio para procesar lo que debo aprender, “aquí no tengo nada que hacer” piensa el niño, y busca la manera de salir de esta situación. Qué formas encontrará, dependerán de qué tan grotesco y chocante sea el espacio en el cual se encuentre, de qué posibilidad de diálogo haya en dicho lugar y de qué educación haya recibido en su hogar.

Resumiendo, estos niños necesitan tiempo y espacio para procesar lo aprendido, y si esto no está, las consecuencias se harán ver.

Otra característica es que estos niños exigirán tener la posibilidad de experimentar y COMPROBAR esta verdad que se les está presentando tan abstractamente.
Ellos aprenden por participación, desean ser autores o coautores de la vida que viven. Como educadores debemos encontrar esta fórmula en la educación, y un punto que podrá ayudarnos cuando resulta difícil llevar a la práctica un conocimiento, es que luego de cualquier actividad ofrecida siempre haya una instancia de reflexión grupal. Una instancia de participación.

Estos niños cuentan con un alto grado de energía, y si en general llevan una vida sedentaria o de poco movimiento corporal, a menudo esta energía supera sus cuerpos; los niños parecen desbordarse, se tornan sobreactivos, ansiosos, impulsivos, con una inconformidad constante que fácilmente se desvía hacia la rebeldía o agresividad.

Los niños con energía Índigo no aceptan órdenes impuestas, y cuando se encuentran ante personas autoritarias se muestran desinteresados y cuestionadores. No aceptan un “No porque no”.

Quien quiera llegar verdaderamente al alma de estos niños, deberá ganarse ese privilegio. No es un simple conquistar su amor, ni calmarlo fácilmente. Deberán escucharlos, verlos, comprenderlos sinceramente. Deberán sentir genuino interés por ellos.
Estos niños piden un reconocimiento de alma a alma. No se trata de una táctica donde se busque ganarse al niño para que no cause problemas. Hay que cambiar el sentir de no conocer al niño y hacer un gran esfuerzo para llegar a él, por sentir que ya se ha estado con este niño y se ha pactado en algún lugar este encuentro. Es re-conocerlo. Es como si el adulto volviera a ver al niño nuevamente. Ahora solo hay que recordar cómo era esta relación, vivir el amor que los unía.
Mucho de lo nuevo aparecerá cuando reconozcamos que a este niño ya lo conocemos, que es más que un niño y que yo soy más que su padre, docente o terapeuta. Una vez que se haga consciente esto, la relación se transformará y llegaremos al niño desde un nuevo lugar. Se abrirá la intuición y con ella nuevos canales por donde llegarán ideas, formas, palabras que harán más profunda y verdadera la relación con el niño.

Estos niños no querrán ser tomados como chiquillos que nada entienden y que nada saben, querrán una relación simétrica, donde todos se respeten desde el lugar en donde están.

Muchas veces se los trata como desinteresados, vagos o sin motivación; nada más alejado que esto. Son niños que tienen un fuerte y vivo deseo de aprender. Quieren conocer el mundo, lo aman, el amor les quema adentro. Quieren saber qué pueden hacer en él y cómo pueden transformarlo. Pero cuando el aprendizaje se hace monótono, un simple repetir teorías y fórmulas, estos niños no encuentran cómo canalizar su amor e interés, y es necesario descargar el fuego afuera.
Si logran unir la experiencia con el aprendizaje, serán niños inteligentes, y cuando digo inteligentes me refiero a que serán rápidos en captar lo importante, y profundamente interesados.
Pero como adultos dedicados a la educación, ¿sabemos lo que es importante? ¿Nos hemos preguntado para qué se aprende cada cosa o qué es lo que verdaderamente importa aprender en cada momento?
Nuevamente volvemos a los adultos. Hay que despertar el discernimiento y rescatar qué quiero despertar en el niño.

Estos pequeños seres quieren nuevas formas de aprender, y este es el mayor problema que tienen en la escuela. La escuela con su viejo sistema no les despierta el sentir, solo apela al frío pensar. Para el niño hay un abismo entre este modo de aprendizaje y lo que él puede llegar a dar.
Quieren adultos creativos, valientes, capaces de renovar sistemas.
No hace falta cambiar la escuela toda, o todos los sistemas de creencias familiares. Olvídese de la frase que respalda su comodidad o que lo hace sentir impotente: “No hay lugar para nuevas ideas en esta sociedad”, “la directora de esta escuela no acepta nuevos emprendimientos”, “los padres me lo cuestionarán”, “tengo miedo de perder el control de mi hijo” o “qué dirán de mí mis familiares, pensarán que he perdido la razón”. No se trata de perder la razón, se trata de unir la razón y el corazón, pues de esta manera seremos siempre coherentes, cuidadosos y conscientes.
Usted, de la puerta para adentro de su hogar, de su grado, de su espacio personal, puede ser un ser vivo y dinámico. ¡Que corra fuego por sus venas! ¡Que haya pasión, que arda su corazón, y que ese fuego construya lo nuevo!
Salga a la vida a conquistarla, no a entregar su individualidad, su cualidad como hombre único. No lo haga con usted, no lo haga con el niño.


La energía Cristal

Niños índigo cristal

Así como la energía Índigo es una energía fuerte, dirigida, penetrante y revolucionaria, la energía Cristal es flexible, sensible, redondeada, por lo cual no confronta y choca, sino que busca la forma más empática de llegar al afuera. No se impone, sino que intenta participar, guiar y aportar a través de la comprensión y el ejemplo.

Es una energía que no desea romper sino transformar.

La energía Cristal en jóvenes y adultos

Los seres portadores de esta energía no tienen una mirada crítica del afuera sino una mirada reflexiva, y por esto muchas veces son silenciosos y parecen pasivos. Pero en realidad hay que saber que pese al silencio y a la aparente pasividad, dentro de ellos el mundo está sucediendo activamente. Solamente que, repito, esta energía jamás podría imponerse sobre otros, y por eso a menudo les es difícil encontrar la manera de exteriorizar su mundo, aunque desde ya, es importante que encuentren la forma de hacerlo.

Los seres que portan esta energía suelen mantener una amplia conexión espiritual, aunque muchos no la demuestran.
También traen recuerdos muy vivos de planos superiores; algunos son conscientes de ello, y otros sin darse cuenta lo viven como anhelos que los hacen soñadores e idealistas “sin los pies en la tierra”.

A veces se sienten solos, porque no encuentran la pareja, los amigos o familiares con quien compartir lo que traen.

Puede que muchas veces sean tomados como personas indefensas y de baja autoestima. Pero sí saben quienes son, y saben defenderse, pero no como lo hace la mayoría. No pueden pelearse, y menos físicamente, no tienen esa energía. Saben internamente, consciente o inconscientemente, que al lastimar a otros se lastiman a ellos mismos.

A menudo estos seres tienen la sensación de ser “de otro planeta”, sienten que el mundo físico es un gran desafío, y esto puede ocasionarles miedos o dificultades en encontrar un espacio donde sentirse “en casa”. Esto sucede mucho con los jóvenes de hoy, aunque la edad no es un marco para esta sensación; muchos incluso la pueden sentir en la adultez.
En los jóvenes esta dificultad se ve muchas veces en el momento de ingresar a un trabajo o iniciar una carrera universitaria, que lejos están de contemplar este mundo interno que llevan. Incluso pueden tener dificultades cuando el afuera, no comprendiendo su modo de ser, se impone y pretende obligarlos a insertarse en algún plano que ellos no desean.

Saben lo que quieren, pero muchas veces se sienten tan sensibles que prefieren no luchar contra la fuerte corriente del mundo. Otros en cambio, aquellos que han logrado creer en sí mismos, mantienen su fortaleza en el espíritu, y desde este nuevo y poderoso lugar, el mundo no se les puede negar, se abre a sus indicaciones e intenciones.

Los niños Cristal, o la energía Cristal de los niños

Imagine a este niño en una escuela convencional: 30 o más niños en un aula. Con compañeros que, por diferentes razones, manifiestan mucha agresividad y se llevan toda la atención del maestro. Un maestro que, aun imaginándolo con las mejores intenciones, pero con 30 o más niños y un cuarto de ellos con problemas de conducta, por más buena predisposición que tenga estará desbordado. Y aquellos niños calladitos, que nunca causan un conflicto, son una bendición para este maestro. Pero, que estén calladitos no significa que no necesiten nada. Muchas veces sencillamente significa que no han encontrado la forma de hacerse un lugar, no han encontrado la forma de hacerse escuchar, y se han resignado.

Un niño con esta energía jamás podrá ganarse un lugar a la fuerza, ni llamar la atención gritando o de forma agresiva. Su lugar se lo hace en silencio, solo que esta humanidad acostumbrada a escuchar el problema más urgente y ensordecedor se encarga de lo más sobresaliente en este aspecto, y lo sutil queda olvidado.

Los niños con energía Cristal a menudo son aquellos que, en los grupos de la escuela o grupos extra escolares, pareciera que no están, que no quieren o no se animan a participar en las actividades o los juegos grupales.
Parecen no tener interés, o en realidad no se puede saber si están o no interesados. Pero hay que saber que aprenden mucho observando. No es que no juegan, juegan adentro. No es que no se interesen, están vivamente concentrados. No es que no participen, participan internamente de forma activa.
Repiten adentro todo lo que ven. Esto no significa que esto sea lo ideal, significa que es una forma que muchas veces encuentran cuando les cuesta abrirse su propio espacio afuera, debido que el afuera tiene códigos muy distintos a los que ellos tienen y necesitan.

Muchas veces también tienen una mirada supra sensible. Esto se debe a que muchos niños con estas características tienen sensibilidad a planos no físicos o astrales. Hablo de planos donde reside el mundo espiritual, y donde también están nuestras emociones, pensamientos, ideas. Desde esta conexión muchos captan los pensamientos, emociones y vibración de personas o lugares.

Por eso son niños que aman intensamente o rechazan intensamente. Muchas veces las palabras para ellos están de más, porque innatamente se guían por lo que perciben. Algo que para los adultos parece capricho, e insisten a los niños diciéndoles: “Pero ¿por qué no quieres quedarte en este lugar?” o “¿Por qué rechazas a tal persona?”. La respuesta es: están percibiendo algo que nosotros no.
También sucede que tienen una relación muy estrecha con personas que tal vez han visto muy poco, o tienen gran predilección hacia alguna persona en particular. Esto puede deberse a que encuentran en estas personas algo que resuena con ellos, un parecido, una afinidad energética o álmica, que no puede describirse con palabras.

El extremo de esta percepción es cuando además de sentir, los niños ven. Por ejemplo, muchos niños ven el aura de las personas, y lo describen como colores alrededor de los cuerpos o de las cabezas.
O ven incluso seres desencarnados que están en otros planos sin haberse ido aún. Muchos niños sufren o bloquean esta capacidad cuando no logran controlarla, y cuando los padres, sin poder tomarlo con tranquilidad, se asustan y asustan al niño.

Otra característica de estos niños es que tienen un especial amor al mundo, a los humanos, y hasta incluso los admiran y obedecen sin reclamos. Por eso en general no tienen problemas con los límites, es más, muchas veces son demasiado obedientes. Bien les vendría imponer su sentir en algún momento, y generar fortaleza defendiendo sus ideas. Por lo tanto hay que tener cuidado con la manera en la que nos expresamos ante estos niños, ya que están tan atentos a lo que afuera sucede, que cualquier palabra de un referente es absorbida, sea positiva o negativa. Es decir, contribuya a potenciar sus capacidades o las disminuya.

En la escuela, lamentablemente, pueden sufrir maltratos y burlas de niños con otra energía, pero con ayuda de un maestro consciente se puede trabajar para generar una cohesión grupal y un amor hacia la diversidad.
También sucede que si en esta aula hay algún niño Índigo con su energía bien encauzada, es muy posible que le surja defender y hacer respetar a este niño.
Los seres con energía Cristal son un complemento para la energía Índigo. Cuando los Índigos abren caminos, los seres Cristal ponen las semillas que darán el fruto de lo nuevo. Cada uno cumple con su propósito.

Caminos al Ser

QUÉ ESTÁ SUCEDIENDO CON LA EDUCACIÓN Y SALUD ACTUAL.-

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Los Niños de Hoy: ¿Qué está sucediendo con la educación y la salud actual?

Buscando nuevos enfoques de la educación y la salud

Hoy en día son muchos los docentes, directores de escuelas y profesionales dedicados al área de la salud física y psíquica que están replanteándose su tarea, el sentido de su tarea y hacia donde van a dirigirla en esta época. ¿Por qué está sucediendo esto?

La humanidad está en crisis, todo lo que hasta este momento fue considerado concreto y veraz, está resquebrajándose dejando al descubierto lo que está inconcluso y carente de sentido. Esto se evidencia en todos los planos de la vida cotidiana, pero el plano más afectado y comprometido es el emocional-espiritual, y en el espacio que más aparece esta crisis es en las relaciones humanas. Lo más cercano en donde podemos percibir que se manifiesta este caos, es en las relaciones laborales, la pareja, la familia, y a gran escala, en el caos social que en definitiva sólo está mostrando lo que individual e internamente está sucediendo: crisis emocional y espiritual, pérdida del verdadero sentido de la existencia.

Los niños son en gran parte los emergentes que dejan al descubierto este principo de hundimiento social. Muchos de los sistemas educativos formales o tradicionales quedan obsoletos, no alcanzan para abordar la problemática interna que manifiestan los Niños de Hoy. Los profesionales que trabajan con niños se preguntan por dónde, cómo y para qué. Notan que las consultas han cambiado, que lo que antes servia como solución viable, hoy ha perdido valor.
Las nuevas miradas de los niños, sus profundos planteos, la angustia y tristeza que los arrastra al aislamiento y soledad, la irá y agresividad incontrolada, la hiperactividad, la desmotivación y desgano, todo esto preocupa tanto padres como a docentes y profesionales de la salud.
Docentes, directores de escuela y terapeutas se encuentran sorprendidos por el gran número de familias necesitadas de respuestas, y por sus recurrentes pedidos de guía y ayuda perdurable para sus niños.

Si hablamos de nuevos niños, debemos hablar indefectiblemente de Nuevos Adultos. Adultos flexibles, abiertos, con capacidad de crear en el instante nuevas formas de llegar al Alma Espíritu del niño. Adultos con la capacidad de ver el problema como una manifestación espiritual, como una necesidad del alma de ser vista y considerada como única.
Se piden nuevos enfoques, se requiere una actitud abierta y perceptiva. Se necesita fuerza para abrir nuevos caminos, y valentía para creer en la intuición y en los nuevos conocimientos. Es vital que comencemos a considerar al Espíritu como parte viva de la conformación del ser humano. Cuerpo, mente, Espíritu en unidad requieren la comprensión, su cuidado y cultivo. Es necesario comenzar a trabajar acompañando al Ser espiritual del niño.

Y aquí hay una gran clave que si es descubierta marca el principio: El cambio no debe ser circunstancial u obligado debido al desesperado momento, debe de ser verdadero y debe plasmarse primero en la vida del adulto. Se trata de una transformación interna, no de cambiar viejas fórmulas por otras nuevas más coloridas y bonitas a la vista. Las fórmulas no son suficientes, éstas sólo pueden acompañar un proceso como herramientas, pero la esencia de lo que se ofrezca debe partir de un núcleo vivo: Del Ser Espiritual del Adulto hacia el Ser Espiritual del Niño.

Aquí está lo esperanzador, el cambio se está viendo. Padres, docentes, médicos, psicólogos, psicopedagogos, distintos terapeutas están investigando nuevos abordajes, y a la vez como resultado, transformando su vida y su conciencia de ella.
Muchísimas consultas de padres manifiestan que gracias a ciertas problemáticas de sus niños, o de algún niño de la familia, han abierto su camino, han cambiado notablemente el enfoque de su vida comenzando a considerar lo intangible como lo más concreto. Muchísimos testimonios de profesionales indican también que gracias al cambio visible de los niños y sus dificultades en acompañarlos armónicamente, comenzaron a buscar nuevos horizontes, y con ello su vida dio un profundo vuelco personal y profesional.

Como humanidad esto marca el comienzo de un gran cambio. Comprendo que al principio puede surgir un sentimiento de desolación: “me siento sólo”, de desilusión: “todo lo que hice hasta ahora no sirve”, o un sentir de que todo es muy grande, que la corriente del sistema es un pulpo que abarca muchos aspectos y que pareciera invencible: “No voy a poder con todo”. Puede sentirse, es natural, pero en cuanto notamos que en realidad no hay nada contra que luchar, que la búsqueda es un afirmarse internamente con la convicción en lo que Es, no en lo que no es, si dejamos aparecer la esencia Espiritual más sabia descubriremos que allí sólo existe la profunda certeza y seguridad en si mismo.

Médicos, docentes, padres, terapeutas, psicólogos están sintiéndose llamados a abordar el acompañamiento del niño de forma más profunda. No es casual que esto suceda, estamos en un momento de transformación, de revalorización y redescubrimiento. Uno a uno los Seres Humanos estamos despertando e invitando a otros a que despierten. Una a una las conciencias se iluminan y se juntan generando un foco de Luz, como un eco que sale de uno y traspasa a otros despertando una pregunta haya o no conciencia del cambio.

Una célula nueva despierta, una chispa interior comienza a brillar, surge una intuición, un llamado, nuevas reflexiones, preguntas sin respuestas que incomodan y motivan a buscar, este es el comienzo del cambio.
Ahora TODO se resignifica. El sentido de una fuerte misión aparece, una misión en donde todos, cada uno, tiene un rol que llevar a cabo. Es un gran compromiso que con alegría, equilibrio y constancia puede colaborar con un cambio de conciencia global.
Primero nuestros ojos ven, luego con nuestra conciencia nos transformamos, con la acción ponemos una semilla, y lo que pasa después es digno de Ser vivenciado.

Autora: Nancy Erica Ortiz
www.caminosalser.com/nancyortiz

LOS PIONEROS - TRASCENDIENDO VIEJAS ESTRUCTURAS.-

Los pioneros – Trascendiendo viejas estructuras

Los pioneros

Un pionero es aquel que trae algo nuevo, se adelanta y proyecta hacia lo que vendrá. Pese a que el entorno mantenga su tradicional mirada, el pionero es aquel que puede proponer por primera vez otro giro y enfoque para el futuro.

En todas las épocas ha habido pioneros, iniciadores, creadores de nuevas teorías, revolucionarios sociales. Sus aportes han sido absolutamente necesarios y han marcado un antes y un después en la evolución de la humanidad.

Todos internamente tenemos un pionero, una fuerza iniciadora que expresa lo más único que somos, nuestro Espíritu. Un inspirador que se sale muchas veces de la norma y que se eleva por sobre lo determinado. Pero hay algo que contiene a esta fuerza y limita su expresión ¿qué es?
Son muchas las personas con un gran deseo de cambio, pero que no logran concretarlo. Son muchos los seres que, sintiendo que deben hacer algo para transformar o transformarse, prefieren serenar su impulso, pensando largo tiempo en el futuro incierto al que los llevaría este nuevo paso.

¿Cuál es la diferencia que existe entre aquel que sueña con aquel que hace realidad un sueño? ¿Cuál es la diferencia entre aquel que comunica lo que siente y lo que piensa por más que lo consideren delirante, volador, poco concreto o ingenuo por no ver la “realidad”, con aquel que calla y que en silencio se dice “termina con esto, quiero ser “normal”, quiero entrar en el mundo en donde están todos”?
¿Cuál es la diferencia entre aquel que se considera raro, extraño, diferente, con aquel que se siente vivo, inspirado y capaz de llevar a cabo su pensamiento innovador?
¿Cuál es la diferencia entre el que hace o intenta hacer, con aquel que no hace ni lo intenta?

Escucho cotidianamente decir a las personas que se sienten “ajenas a su entorno”, que no se sienten comprendidas, que no se sienten “parte de”, que piensan diferente y tienen gustos distintos a la mayoría, que prefieren muchas veces la soledad que estar en un lugar donde no pueden ser ellos mismos. Escucho, en las consultas que recibo a diario, a docentes decir que están luchando con las viejas estructuras de educación. Escucho a padres decir que quieren ofrecerle algo distinto a sus hijos y no saben por dónde, que no hallan alternativas. Escucho a médicos, psicólogos, distintos terapeutas decir “necesito abrir más mis conocimientos, necesito informarme acerca de lo que está sucediendo porque lo que he aprendido no me alcanza para esta Era”.

Para que los que busquen, encuentren; para que los que se sienten solos, encuentren compañía afín; para que los que necesitan un terapeuta distinto, lo encuentren sin dificultad; para que el terapeuta distinto reciba a las personas que lo necesitan; para que haya nuevos enfoques, nuevas posibilidades, más alternativas, cada uno debe reconocer el llamado interior. Cada uno debe animarse a ser pionero, a ser iniciador, a ser creador de lo nuevo. Cada uno debe tomar su lugar como una bendición, agradecerlo y vivirlo con dignidad y con amor.
Hablo de tomarse a si mismo, para definitivamente permitirse ser quien se Es.

Finalmente se descubrirá que ya no son sólo unos pocos los que se adelantan a este tiempo, son muchas las Células de Dios que están despertando y sintiendo que son un pedacito de la existencia, responsables y libres de expresar lo que quieren Ser, parte creadora e iniciadora de la Nueva Humanidad y del Nuevo Mundo.

Estoy hablando de CREER en uno mismo, pero en lo más profundo de uno mismo: nuestro Espíritu, que es el que sabe.
Hablo de reconocer la chispa divina, nuestra Estrella guía, y CREER en su inspiración. Inspiración que está unida a algo superior, a una Fuente de Sabiduría.

Puede que en este reconocer mi lugar y llamado de mi esencia se genere un contraste afuera, una división de caminos, una marcada diferencia en los tiempos y los cambios del otro con respecto a los míos. Puede que si decido hacer un cambio muchos no lo entiendan, lo rechacen o lo cuestionen, pero ¿importa esto? y si importa, ¿a qué parte de mi le importa?

Muchas veces esto se convierte en una lucha de egos, en un dialogo en distintos idiomas, en una discusión que no lleva a nada constructivo. Tampoco se trata de decir “no me importa aquel porque yo estoy haciendo algo más valioso (pensando internamente: soy más “evolucionado”)”. No. Se trata de reconocer que cada uno está en un tránsito, tránsito que debe ser respetado e incluso reverenciado, pero a la vez es importante escuchar mi llamado y ser fiel a mi esencia.

Otras situaciones que comúnmente suceden cuando una persona comienza a sentir y reconocer una nueva búsqueda, es que se quiere acelerar el proceso del otro o se quiere convencer al otro de las bondades del camino elegido. Y en el otro extremo, lo que muchas veces sucede es que al ver que es tan grande el cuestionamiento de afuera, o que al hacer el cambio se “aleja” tanto de los que ama, que consciente o inconscientemente la persona decide olvidar esta locura de cambiar, o bien se detiene a esperar hasta que el otro en algún momento entienda y acompañe lo que quiere hacer.
Esto, que parece el acto de mayor amor, es imponer mi voluntad sobre la de otra persona, por más amor que yo profese en su causa. Es no respetar el libre albedrío y el momento que el otro está transitando orgánicamente. Es también desviar mi camino por tomar el camino de otro.
Es no confiar que mi llamado está siendo guiado y que es perfecto en tiempo y lugar. Es miedo, miedo a no estar haciendo lo correcto.

El miedo al error

Muchas veces es por miedo al error que no se sigue la intuición o el impulso interior, miedo a ser juzgado, a equivocarse, a no tener la suficiente sabiduría para explicar el porqué de mi elección ya que muchas veces la mente no comprende. ¿Cómo explicar con teoría o palabras algo que proviene de una fuerza esencial, viva por si misma, que no necesita la razón para sentirse fuerte y capaz, que no necesita la justificación para sentirse en lo correcto?

Muchas veces he escuchado decir “mi idea no es para este mundo” o “yo nací en el momento equivocado”. ¿Hay error? ¿No será que el miedo no me permite probar qué habrá más allá, entonces prefiero pensar que es una locura, que lo que quiero no tiene lugar en este tiempo?
Propongo un ejemplo para ver cuáles patrones se ponen en juego en estos casos.

Planteemos un grupo. En este grupo se está hablando de algo importante que debe ser resuelto, y deben decidir entre todos cómo hacerlo. La persona que presenta el tema a resolver también expone su forma de solucionarlo y la justificación del porqué lo haría de esta forma. Esta persona es tan convincente con su justificación que convence a todos sin que haya ninguna resistencia. Todos internamente piensan "si claro, es verdad porque..." y exponen más teorías que apoyan esta forma de hacer las cosas. Pero en este grupo hay una persona que no le resulta convincente esta propuesta, y piensa/siente que hay otra forma más adecuada para resolver la situación. Pero... todos piensan que esto está bien así ¿qué hace esta persona?

Tres opciones…
Una, mantiene el silencio, ve que si la mayoría piensa que esto es correcto es porque debe ser así. Comienza internamente a convencerse a si mismo de que esto indudablemente es correcto. Tanto se convence que llega un momento en que se olvida que alguna vez estuvo en desacuerdo,“¡que ridículo pensar algo distinto a esto!" se dice.
Opción dos, no está de acuerdo ni puede convencerse de ninguna manera que esa es la forma de resolver algo, pero como todos están de acuerdo le da temor plantear su idea. Todo el mundo le diría que está loco o le pediría explicaciones, y ¿cómo va a hacer para justificar eso si en realidad sólo siente que no es así, y no podría explicarlo? Además se expondría a los juicios de los otros, a que opinen de él, a que se rían de su propuesta. Es mejor callar, luego le contará a su mujer y amigos a qué absurda conclusión se ha llegado, y que él no ha podido hacer nada porque la mayoría estuvo de acuerdo….

En la tercera opción esta persona levanta la mano y dice “Yo pienso (siento, intuyo, percibo, creo) que esto sería más apropiado hacerlo de esta forma, me parece que se haría más rápido, que sería más organizado, que sería un mayor beneficio para todos, que sería presentar una nueva forma a muchas personas, etc”. Sin negar ni criticar la otra idea, sólo manifestando constructivamente la suya.
Y cuando se concluye su opinión, de repente muchos de los que estaba tan convencidos de la otra opción empiezan a decir “Si, es verdad, a mi también me parece porque…”, o “Pensándolo bien esta idea puede ser más beneficiosa” o “Tienes razón, no lo había pensado de esa forma…”.

En profundidad esto demuestra que muchos en realidad no estaban convencidos de lo que decían, simplemente no se animaron a decir algo distinto. Otros, no queriendo hacer un esfuerzo para reflexionar acerca de ello, dijeron que si a todo, ya que cuando más rápido nos ponemos de acuerdo, más rápido nos vamos a nuestras casas. Otros, aun estando convencidos se abrieron a escuchar esta nueva forma y se dieron cuenta de que así era mejor “Me gusta esa propuesta…”

Ahora pensemos en la opción tres pero imaginemos a una persona muy iracunda, que se irrita cuando los otros no piensan bien las cosas, que se indigna cuando no son creativos o cuando son simplistas. Que se indigna cuando escucha que todos asienten sin pensar en lo que dicen. Esta persona toma la palabra totalmente corrida del eje y lo primero que hace es destruir y criticar lo que entre todos habían generado. Irritado, manifiesta su descontento y expresa su visión sobre el asunto, exactamente la misma visión que la persona de la tercera opción que lo expresaba desde el lugar constructivo, con la diferencia de que lo dice gritando o levantando la voz, queriendo imponerse sobre los otros. Todos se ponen agresivos, “¿cómo puede ser que esta persona sea tan destructiva y tenga tan mal carácter?”
De nada sirve su propuesta, en realidad nadie la escuchó, todos se detuvieron en la agresión con la cual se comunicaba.
Todo se hecha a perder, la decisión se toma por mayoría, y todos se van enfurecidos a sus hogares pensando que en definitiva es mejor callar que decir las cosas de esa manera…

Estas tres o cuatro formas que plantee son fuerzas arquetípicas. Esto mismo sucede en la humanidad, muchos se autoconvencen porque no se atreven a sentirse diferentes, a escuchar el llamado de cambio interior. Otros prefieren callar porque no están dispuestos a hacer el ridículo, ni a sentirse juzgados por el de afuera. Otros, por defender fervientemente su idea, pierden su eje y todo se vuelve una guerra por la razón. Otros escuchan su llamado, sienten que una nueva forma de vivir se avecina, y sin generar conflicto, lo hacen, son el cambio. No hay discordia afuera porque esta persona no tiene discordia adentro. Tiene amor que parte de su inspiración, de su Espíritu, de la Fuente de Sabiduría.
Y sin querer lograrlo, esta persona logra ser ejemplo, ser inspiración para otros. Hace reflexionar, hace vivir lo que muchos han dejado morir.

El secreto y desafío

El secreto, que no es un secreto pero si muchas veces es un desafío, es hacerlo con amor. Es ser auténticos sin que esto signifique fomentar la diferencia, sino la unidad.
Y para sentir esta unidad, no hay mejor forma que reconocer que todos somos espíritu transitando un camino. Entonces en mi encuentro con el otro no voy a mirar su personalidad, ni voy a mirar lo diferente que piensa a lo que pienso yo, no acentuaré lo que me aleja de esta persona, ni intentaré acelerarle su paso. El secreto/desafío es que al encontrarme con el otro, yo pueda mirar lo más verdadero que este Ser Es. Pueda mirar su Ser, verlo y sentir que es una unidad conmigo. Venerar lo que está eligiendo, reconocer que camina otra parte del gran camino por el que todos caminamos.
En el fondo de sus ojos, Yo y Él somos lo mismo. Al final del camino nos encontraremos en la misma Casa.

Hubo un momento en que lo más valioso que existía entre los seres humanos se perdió, se perdió la conexión entre ellos, la hermandad entre ellos, el saber que todos compartíamos el mismo origen. Que más allá de las superficiales diferencias, somos Espíritu y allí reside nuestra igualdad y hermandad. Esto se perdió y fue duro, todo se transformó en un sin sentido, todos comenzamos a mirarnos como desconocidos, ajenos el uno del otro. Esto es lo que debemos recuperar, cuidar, regar con nuestros propios actos. El encuentro con la igualdad y unidad. En un futuro, que todos esperamos que sea pronto, volveremos a formar una familia y recuperaremos la alegría de ser Hermanos, Seres de una misma Raza, Espíritus provenientes del mismo cielo.

Hombre ConscienteRudolf Steiner dijo acerca de esto: “Lo esencial en la vida es que ciertos intercambios y relaciones que se establecen entre los seres humanos suceden a un nivel más profundo. Cuando un hombre se dirige a sus semejantes con el presentimiento de lo espiritual que vive en cada alma humana, anula con ello ciertos lazos muy distintos, que si solo viera en ellos lo que supone un concepto materialista del mundo. El enigma sagrado de cada alma humana sólo puede sentirse si somos capaces de proyectar en dicha alma un poco de luz espiritual. Al profundizar en los misterios cósmicos, de los que dependen los misterios humanos, aprendemos a discernir lo que Es verdaderamente la naturaleza de nuestro prójimo. Aprendemos sobretodo a hacer callar en nosotros todos los prejuicios que podríamos abrigar contra él, para conocer y servir su verdadera personalidad.”
(Del libro “La vida entre la muerte y el nuevo nacimiento.”)

Conservar, cuidar, nutrir nuestro propósito, nuestro impulso creador y creativo, no debiera confrontar con la vida de otro ser, que en apariencia, no elige este camino. Si lo que hacemos lo hacemos con respeto, siendo fieles a nuestra esencia y guiados por lo más elevado de nosotros mismos, siempre habrá construcción a nuestro lado. Y si en el afuera se despierta un deseo de cuestionar, de quebrantar, de destruir este impulso, no habrá forma que esta energía, que no es más que una distorsión del amor, pueda encontrar un punto dentro mío donde pueda alimentarse. Si lo que yo realizo no lo hago para destacarme, para que otros vean lo que soy o no soy, si simplemente lo hago porque lo debo hacer, fuera de mí, lo que yo emita, no generará conflicto capaz de abrir un fuego.

Cuando dije que si el afuera cuestiona, no comprende o hasta desea destruir un impulso que realizo, esto parte del amor distorsionado, me refiero a que el afuera no está haciendo más que defenderse o defender lo que cree que es correcto. Es decir, es amor hacia lo que se cree o hacia si mismo, pero un amor inseguro. Un amor que muchas veces utilizamos en nuestras relaciones. Si el amor es elevado por más que no esté de acuerdo con lo que la otra persona haga, jamás me generaría confrontación sino complemento e inspiración.

Hoy en día son muchos los pioneros, los iniciadores, los que traen sueños de la nueva tierra, pero muchas veces sus verdades se encuentran opacadas por la forma en la que son comunicadas y defendidas. Rápidamente el afuera siente una agresión y responde con otra agresión.
Somos Espíritu, todos, Yo y El Otro. Desde ahí debo procurar moverme, decir y hacer. Y eso mismo miraré del otro cuando me encuentre. Y a la vez, honrando todos los caminos, sabré que es mi deber evolucionar, aceptar y reconocer la esencia que traigo.

Si todos los seres humanos harían verdaderamente propia esta verdad que muchas veces repetimos en la frase “somos uno”, nunca dejaríamos caer nuestros sueños por la incomprensión del afuera, ni tampoco por defenderlos generaríamos una guerra de poder o una disputa por quién tiene o no tiene razón, por quién hace lo correcto y quien no, por quién es más evolucionado que quién.

Es fácil sentirse uno con aquel que piensa, siente y hace igual o similar a mí, todos sabemos que la dificultad aparece con la diferencia, con aquel que justamente hace, dice y cree en algo que muchas veces hasta es opuesto a mí. ¿Cómo hacemos para sentirnos uno con este ser?

Aquí podemos ver claro este gran juego que es la vida, juego que nos propone amar la diferencia. Si todos seríamos iguales, ¿aprenderíamos la tolerancia, el respeto, aprenderíamos a amar de esta manera más allá de las superficiales diferencias?

Si nos reconocemos como seres espirituales transitando un camino en la tierra veremos que todos tenemos una parte de la verdad, que todos estamos haciendo lo correcto porque estamos haciendo lo que creemos correcto.
Además, algo se da mágicamente cuando no se desea convencer al otro o cuando naturalmente respeto el camino que otro hace. Mientras menos resistencia se genera, más apertura sentiremos que habrá del afuera con respecto a lo que soy y propongo.

El silencio ha sido amigo de viejos soñadores, pensadores, iniciadores, aquellos que dijeron algún día que la tierra era redonda… Seguimos apostando a la redondez de la tierra pero ya el silencio ha quedado en el pasado. Cuanto más elevado es lo que siento con respecto a la humanidad, más debo encontrar la forma de plasmarlo. Y cómo lo plasmemos será parte de la creatividad y el amor que debemos manifestar. No importa si lo plasmo plantando un árbol, cuidando a un ser viviente, generando conciencia en los humanos, guiando un niño, respirando concientemente, haciendo un puente, manejando un taxi, diciendo una palabra, diciendo muchas palabras, escribiendo un libro o un poema de tres versos. Lo importante es que mi Hacer parta de lo más profundo que existe dentro y fuera de mi, de esta forma todo lo que diga, haga, sienta y piense estará en armonía con todos los paisajes.

Autora: Nancy Ortiz
www.caminosalser.com/nancyortiz

viernes, 24 de junio de 2011

Los Ángeles Solares o Niños Cristal.-

Los Ángeles Solares o Niños Cristal.

Rayo Blanco Purificador.

El ADN Solar como elemento decisivo en la transmutación de la raza humana.


Canalizado por Isabel de la Fuente

15-Junio-2010-

Este mensaje es para todos. Para todo el mundo.

Bueno, según nos contaron los Ángeles solares no todos son Cristal aun pero, si, Índigos o híbridos de Cristal. El hecho es que, los niños Cristal son Ángeles Solares puros pero, no todos los niños son Cristal. Los Niños Cristal o Ángeles Solares pertenecen a la Segunda Esfera y tienen su Lugar en el Sol. Su procedencia es del Sol. Tienen la Magna Labor de acelerar o garantizar la transmutación del ADN incluyendo su ADN puro en una de las cadenas.

Hasta el año 1750, aproximadamente, se venía incluyendo a estos seres solares en la evolución del ser humano de manera muy espaciada a lo largo de los siglos. Fue a partir de esta fecha cuando se acelera el proceso de inclusión de nuevos nacimientos de estos Seres .De manera más repetida en los últimos dos, tres años, se vienen alternando períodos en los que nacen de manera masiva durante un corto, muy breve espacio de tiempo y luego, de nuevo, vuelven a dejar unos años en blanco sin este tipo de nacimientos puros.

Si todos los niños que vinieran al Mundo fueran cristal no habría hecho falta vivir todo este proceso. Ya se habría transmutado de manera global y total toda nuestra Tierra, sin ningún esfuerzo. Pero, la inclusión de ADN solar, no es tan sencillo como pensamos, pues obliga a los niños cristal, que son los cuerpos humanos que albergan a estos Seres ,a vivir las mismas experiencias, y a someterse a las mismas leyes que el resto de los humanos de olvido de su verdadera naturaleza y el necesario recorrido existencial durante su vida, para recuperar su recuerdo :el recuerdo de su Origen y Destino.

Por eso, podemos decir que, muchos de los que desarrollan labores de innovación y liderazgo en el terreno consciencial son cristal, pero también, y a cambio, han de someterse a la difícil prueba de no conseguir identificarse con el resto de sus congéneres mientras "recuerdan" quiénes son. Lo que convierte su vida en un sufrimiento añadido por desconocimiento de sí mismos.

Se está dando ahora la acelerada recuperación del "recuerdo" por parte de muchos de estos niños cristal. Y cada vez que uno de ellos recuerda que es un Ángel Solar es decir, una re-conversión e identificación de su procedencia unida a un cuerpo humano de Primera Generación se produce una "fiesta" en el Cielo...en el Sol entre sus Hermanos Solares.

Los Ángeles Solares tenían como misión la inclusión de su ADN solar en el ADN pre-humano y hacerlo, desde el reconocimiento de su propia consciencia híbrida aquí, en la Tierra, y en un cuerpo humano. Por eso, nacen niños solares o cristal, muchos, cada vez más. Pero, depende del grado de evolución y el ritmo de la propia consciencia humanidad.

Pronto ya, se presentarán oficialmente ante el Mundo como los últimos grandes "ayudadores" en la purificación del ADN humano o elementos decisivos en la transmutación de la raza humana.

Su ADN incluye, además de los consabidos receptores, el factor transmutador e iluminador por excelencia, el Amor desplegado con fotones de luz violeta y dorada-blanca .Dominante la luz blanca, purificación, al servicio del Rayo Blanco de la Purificación y el Perdón. La Purificación del error incluido en nuestro ADN original.

Nacen miríadas de estos niños en secuencias de años muy claros sólo durante un pequeño plazo de tiempo.

Ahora estamos viviendo dentro de uno de esos plazos y los que ya están "adquiriendo” el Recuerdo" deben aceptar su linaje solar en fusión y unidad con el ser humano de Tierra. Su sacrificio, no ha sido en balde.

Ellos, también, con esa actuación al servicio de la Voluntad Divina han modificado su ADN solar.

Por cada Ángel que se reconoce como Humano, hay un significativo avance en la transformación del Ser a Humano.

Por cada uno de Ellos que se reconoce como Ángel en un cuerpo humano, activa su linaje y todas sus cualidades síquicas al servicio de su nueva configuración. Es decir, cumple con el mandato de la Triple Divinidad de ascender o hacer vibrar su luz solar en todos sus vehículos inferiores, una vez reconocido su linaje solar, en sus vehículos superiores.

Así, Ellos, van descubriendo que su ADN no coincide con el suyo en sus primeros años de aprendizaje, adaptación a la vida terrestre.

-(Tras un tiempo sin escribir Isa dice: )-

Bueno...no nos permiten la Jerarquía Solar dar más información sobre este tema.

….

Los Ángeles Solares, como todas las Criaturas del Universo, siguen un proceso y una dirección perfectamente establecida por el Creador Uno y se manifiestan cuando ya está maduro el contexto y madura la comprensión de quienes los deberán acoger. Como sucede todo en la Creación.

Un hermoso esbozo de algunas cualidades esenciales con respecto a su integración entre seres humanos, nos han ofrecido estos maravillosos Seres.

Su lenguaje no es el nuestro .Ellos no tienen lenguaje, por eso resulta muy difícil traducir sus símbolos y su grado de Amor a un lenguaje que se acerque a lo que estos hermosísimos Seres Representan y vibran.

En realidad, no hablan ni pueden ser traducidos....simplemente, sólo pueden ser sentidos...Igual que al Cristo, y a nuestro Amado Jesús.

A partir de ahora, los Seres Transcendidos, los Seres de Luz, los Seres Solares, y nuestro Amado Maestro Jesucristo no hablarán...Únicamente, podrán ser sentidos....como así nos lo hizo saber el propio Maestro en octubre del 2009.

Sentidos desde la Vibración del Amor y la Unidad de todos los Seres Solares de la Hermandad Blanca:

Todas las Jerarquías.

La Solar y la Planetaria.

Huestes angélicas.

Y todas las almas de camino a su propia auto-iluminación desde el único Camino Válido: el Amor.

Bendigo Vuestro Cristo Solar Interior

IBHSEHEBAHNAH

Isabel de la Fuente.

CONSCIENCIA EN ACCIÓN.

miércoles, 22 de junio de 2011

Los Niños de Hoy, Niños Índigo y Cristal, ¿Quienes son?.-

Llegan a la tierra, traen mensajes de conciencia y expansión.
Traen consigo una gran madurez espiritual. Saben a donde van, y hasta algunos tienen destellos del lugar de donde provienen.
Traen enseñanzas, proponen cambios. Tienen una gran misión: recordarnos quienes somos; vienen a despertarnos de los sueños materiales en los cuales nos hemos dormido.
Su impulso espiritual los empuja a hacer, a decir y a actuar.

Son los Niños de Hoy, los Nuevos Niños. Grandes seres espirituales jugando a ser niños.
El amor los impulsa, buscan cambiar la tierra, cambiar al hombre, transformar la realidad.

Quien quiera reconocer a estos niños, simplemente mírelos a los ojos, su transparencia y pureza desnuda el alma de quien los mira. Miran fijo, de forma sabia y madura.
Cuando se está frente a un nuevo niño, la emoción desborda el corazón, dentro se despierta un sensación de reverencia y respeto por él.
Igualmente no siempre sucede esto, muchos adultos están tan inmersos en sus mundos de problemas y preocupaciones, que estos niños pasan desapercibidos. Pero aun así ellos actúan, actúan aun más con esas personas. Si sus miradas no encuentran eco, entonces golpearán sus puertas, y si nadie corre a abrirles, permanecerán presentes hasta que alguien los invite a pasar.
Pero la espera a veces se hace larga, se hace eterna, y comienzan a olvidar lo que han venido a decir.

La alegría y amor de estos niños puede llegar a cambiar el mundo, pero sus auras se están tiñendo y contaminando, necesitan de nosotros… Ahora es tiempo de abrir los ojos.

Vea al niño que está a su lado, y pregúntese qué vendrá a decirle.

Caminos al SER.

martes, 21 de junio de 2011

Niños hiperactivos: alimentación y consejos.-


¿Qué tiene que ver la hiperactividad con la dieta? La hiperactividad se caracteriza por una falta de atención, por un carácter impulsivo y energía excesiva. Estos comportamientos están estrechamente relacionados con el sistema nervios, por lo que la dieta cumple un papel importante para tratar estas conductas.

El sistema nervioso se alimenta principalmente de ácidos grasos esenciales los cuales regulan la inflamación e irritabilidad nerviosa. Cuando no hay una dieta adecuada o balanceada, el sistema nervioso puede llegar a irritarse y sobre estimularse, lo cual influye en el comportamiento nervioso y ansioso de los pequeños.

Alimentos que debes incluir en su dieta variándoles día a día:

Pescados como atún, salmón, etc., aceites de vegetales prensados en frio como aceite de oliva, aceite de bacalao, aceite de girasol, etc. Este tipo de aceites ayudan en gran medida a bajar la inflamación y regular la irritabilidad nerviosa.

Es importante, además incluir alimentos ricos en salicilatos como nueces, almendras, maní, manzanas, tomates, bayas, fresas, todos los cítricos) y los cereales integrales como el maíz, el trigo, la soja, la avena, etc.

Debes incluir en su dieta diaria jugos de cítricos frescos ricos en vitamina C como jugo de naranja. Las infusiones de hierbas después de veinte minutos de haber comido son de gran ayuda para menguar la irritabilidad y nerviosismo en los niños. Ofréceles una tacita endulzada con un poco de miel después de haber comido o antes de dormir.

Las hierbas recomendadas son: melisa, hierbabuena, anís, lavanda, manzanilla, pasiflora, flor de la pasión, nébeda o tila.

Alimentos que debes evitar:

El azúcar refinada en todas sus variedades (sodas, pasteles, dulces, tomates enlatados, jugos azucarados, procesados, etc.) son uno de los alimentos más irritantes para el sistema nervioso. Es necesario que evites en sus dietas el azúcar blanca ya que es una de las principales causantes de periodos de crisis nerviosas, estrés, impulsividad y ansiedad en las personas. A los niños en especial les afecta y les genera, además, otras consecuencias nocivas como una mala absorción de calcio, caries, problemas digestivos, intoxicaciones, etc.

Es cierto que el cuerpo necesita azúcar (glucosa) para sus funciones, pero no el azúcar refinada! El azúcar que se necesita es el azúcar natural que contienen las frutas y los carbohidratos saludables, la miel de abeja también es un muy nutritivo endulzante. El problema con la sustitución del azúcar en los niños es que el paladar se acostumbra a el azúcar (ya que esta causa cierta adicción), por lo que es muchas veces difícil de quitarla. Sin embargo, puedes ir poco a poco reduciendo el uso a menos, de manera que su paladar no lo resienta. No les ofrezcas postres ni dulces ni para consolarlos ni de postres, mejor es ofrecerles frutas frescas, ensaladas de vegetales, pan con miel, etc. Quizá esto parezca aburrido para algunos niños (e incluso padres) pero si en verdad se desea una buena salud del sistema nervioso, sobre todo cuando hay niños nerviosos e hiperactivos, es necesario efectuar estos cambios con un ánimo positivo. En verdad los pequeños nos lo agradecerán cuando crezcan, les evitaremos una gran cantidad de enfermedades y afecciones.

Dieta y menú para niños hiperactivos:

DESAYUNO:

Un vaso de jugo de naranja o de pomelo, con el jugo de un limón exprimido. Se ecomienda dar el jugo 15 minutos antes de que el niño desayune para mejor asimilación.

Un plato de avena con leche de almendras y un pan con miel, yogurt con algún cereal integral. Evitar el cereal de caja de los supermercados que está muy refinado, por lo que tienen que adicionarlo con vitaminas debido a que sus granos los han perdido todos durante el procesado.

Las mermeladas deben no estar adicionadas con tanta azúcar, pero tampoco deben ser light, ya que los productos light también afectan la salud del cuerpo. Se recomiendan las mermeladas que están adicionadas a un 50% menos de azúcar de las convencionales o las añadidas con azúcar de frutas naturales (stevia).

LUNH:

En el lunch, evita envira frituras o alimentos grasosos o fritos. Lo mejor son preparar ensaladas, pizza vegetariana, hamburguesitas de pan integral con queso fresco (evitar mucha sal), etc. El lunch es un alimento importante así que debe ser lo más nutritivo posible, evitar productos chatarra y refinados. .

COMIDA:

A esta hora es importante que el niño no coma con bebidas azucaradas ni fruta o alimentos dulces, ya que esto provocara fermentaciones en el estómago que puede llegar a irritar el sistema nervioso y entorpecer la buena digestión. A esta hora se debe ofrecer sopas de vegetales semi – cocidos, arroz (prefiriendo el integral), croquetas de vegetales o leguminosas, etc. Lo importante es que a esta hora coma alguna ensalada o jugo de vegetales frescos. Un excelente hábito es educar al pequeño a comer con un vaso de jugo de zanahoria con alfalfa, etc. Quizá al principio no le agrade la idea si eta acostumbrado a comer con sodas o bebidas de frutas, pero si lo acostumbramos será un hábito en verdad muy positivo para su salud futura.

ENTRE COMIDAS

Ofrece al pequeño barritas de cereales, fruta picada, jugos de frutas frescas, etc. Evita y trata de acostumbrar a los pequeños a los dulces o comida rápida.

CENA:

La cena no debe ser muy pesada, y no deben combinarse muchos alimentos a esta hora, de manera que el pequeño duerma mucho mejor y su sistema nervioso descanse. Lo mejor a esta hora son las leche vegetales con alguna galleta o pan integral. Antes de dormirse puede ofrecérsele una ensalada de manzanas con yogurt casero de preferencia. Una infusión antes de dormir lo pondrá a dormir plácidamente.

Otras recomendaciones:

Además de cuidar la dieta de los niños hiperactivos, es necesario ayudarles a canalizar su energía en ctividades como el deporte, el teatro, la música, etc. Un niño hiperactivo necesita estimular su atención y concentración mediante actividades guiadas y enfocadas a un constructivo desahogo de su energía. Se debe evitar mantenerlos en un mismo lugar, que no gasten mucho tiempo en juegos de video o televisión, llevarles a dar caminatas largas y tener contacto con animales y la naturaleza.

sábado, 11 de junio de 2011

12 DE JUNIO-DIA INTERNACIONAL CONTRA EL TRABAJO INFANTIL.-











12 de junio, es el Día Mundial contra el Trabajo Infantil nueva ventana. Según la ONG Global Humanitaria nueva ventana, cerca de 215 millones de niños (datos de la Organización Internacional del Trabajo nueva ventana) trabajan en condiciones que ponen en peligro su desarrollo físico o intelectual y se involucran en actividades para las que no tienen la edad mínima de trabajo o que son directamente peligrosas para su supervivencia. Cerca de un 70% lo hacen en trabajos relacionados con la agricultura o la ganadería.

Por trabajo infantil se entiende aquel desarrollado por menores de 18 años que es física, mental, social o moralmente perjudicial o dañino para el niño y que interfiere en su escolarización, bien privándole de la oportunidad de ir a la escuela, obligándole a abandonar prematuramente las aulas o bien exigiendo que intente combinar la asistencia a la escuela con largas jornadas de trabajo pesado. El trabajo infantil también interfiere en el derecho de niños y niñas al juego y a sus libertades individuales.

Niños trabajando en <span class=Camboya" height="399" width="600">

Global Humanitaria nos cuenta:

“El trabajo infantil se debe en primer lugar a la pobreza, aunque otros factores lo perpetúan: la ausencia de escolarización de los padres y madres de familia es la que provoca, en gran parte, que estas familias no pongan el suficiente empeño en escolarizar a sus hijos, con lo que se prolonga el círculo perverso de analfabetismo y trabajo”.

También las desigualdades estructurales basadas en consideraciones de género, clase social o casta tienen relación directa con situaciones de discriminación que favorecen el trabajo infantil.

TRABAJOS PELIGROSOS

Estudios realizados en Brasil y Egipto constatan que la incorporación temprana a la fuerza de trabajo reduce los ingresos a lo largo de toda la vida entre un 13 y un 20 por ciento. Asimismo, el trabajo infantil aumenta la probabilidad de ser pobre en etapas posteriores entre un 13 y un 31 por ciento.

La Organización Internacional del Trabajo, que instituyó en 2002 el 12 de junio como Día Mundial contra el Trabajo Infantil, ha efectuado un llamamiento para dedicar la celebración de este 2011 a denunciar la ocupación de niños en trabajos peligrosos, aquellos que:

“Por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños”.

Dentro de los trabajos peligrosos se encuentran aquellos en los que el niño queda expuesto a abusos físicos, psicológicos o de carácter sexual, o aquellos que se llevan a cabo en medios insalubres, que involucran maquinaria o que implican jornadas prolongadas o nocturnas.

Niño en India

ESTUDIOS PARA TENER OPORTUNIDADES

La mejora de los índices de alfabetización en los últimos años es uno de los factores que ha provocado una reducción más importante del porcentaje de niños obligados a trabajar en América Latina y Asia. Por el contrario, el mantenimiento de porcentajes altos de analfabetismo se vincula al aumento del trabajo infantil en el África Subsahariana durante el periodo 2004-2008, según las estadísticas de la OIT.

Niño en <span class=Nepal. Foto: J.Díaz/Global Humanitaria" height="394" width="600">